Elon Musk, el hombre más rico del mundo que acaba de comprar Twitter por 44,000 millones de dólares, ha prometido que esta red social estará abierta para cualquier tipo de expresiones y libre de toda censura. Sin embargo, la tolerancia siempre tiene un límite.
Un rumor acompaña la compra de Twitter por parte del magnate de origen sudafricano: en la conversación pública se especula sobre la posibilidad de que el empresario restaure la cuenta del expresidente de Estados Unidos Donald Trump.
El exmandatario fue anulado de manera definitiva de la red social luego de que Twitter considerara que incentivó las revueltas sociales contra el Capitolio a inicios de 2021, bajo acusaciones de fraude electoral en su contra.
En sus primeras horas al frente de Twitter, Elon Musk aseveró que se conformará un consejo de moderación de contenidos con puntos de vista ampliamente diversos.
Ante esos antecedentes, usuarios de la plataforma han desafiado al nuevo dueño de Twitter al emitir mensajes racistas o antisemitas, junto a otras provocaciones, para poner a prueba la tolerancia y respeto por la libertad de expresión del multimillonario.
La Liga contra la Difamación (ADL, por sus siglas en inglés), por ejemplo, denunció la identificación de un esfuerzo coordinado para esparcir contenido antisemita en Twitter, específicamente en respuesta al apoderamiento de la plataforma por parte de Musk.
"El jueves 27 de octubre una publicación anónima en 4chan compartió instrucciones para diseminar contenido antisemita en Twitter, luego de la adquisición de Musk de la plataforma. La publicación fue compartida casi inmediatamente en varios canales extremistas de Telegram", reveló la Liga.
La ADL expresó su preocupación ante la posibilidad de que un cambio de reglas de contenido en Twitter derive en potenciales puntos de vista extremistas.
Además, varios usuarios escribieron repetidas veces la palabra nigger, considerada despreciativa de la comunidad negra en Estados Unidos, con menciones directas a Elon Musk, además de acompañar sus tuits de memes con personajes en expresión de burla o desafío.
También recurrieron a bromas como la divulgación de fotografías del magnate o de rumores sobre su vida sexual para ironizar sobre una posible censura en su contra. "Elon Musk tuvo sexo con animales de granja (Este es un tuit de prueba)", escribió, por ejemplo, el politólogo Adam Parkhomenko.
En ánimo de tranquilizar a los anunciantes ante una posible transformación de la plataforma en un terreno sin regulación, el 27 de octubre Elon Musk publicó un pronunciamiento donde asevera que es necesario que la civilización cuente con un espacio de conversación pública con puntos de vista encontrados de manera sana.
Musk aseguró que los discursos de extrema izquierda y extrema derecha dividen a la sociedad y generan odio. Además, sostuvo que Twitter no puede ser un espacio donde se permita cualquier mensaje sin consecuencias, sino que debe ser un ámbito acogedor y cálido.