Una investigación interna en Twitter ha revelado que la red social está luchando para mantener a sus usuarios más activos, que son considerados vitales para el negocio. De acuerdo con los documentos, la empresa busca conservar a los llamados “tuiteros pesados”, quienes representan menos del 10 % de usuarios mensuales, pero generan 90 % de todos los tuits, así como la mitad de ingresos globales.
Estas personas están conectadas a la plataforma entre seis o siete días a la semana y publican contenido entre tres y cuatro veces durante ese periodo. La investigación refleja que estos tuiteros han sufrido un “declive absoluto” desde el comienzo de la pandemia por COVID-19.
Otra de las razones de su descenso es el cambio de intereses en los últimos años de las personas más activas. El informe señala que las criptomonedas y el contenido “no apropiado para el trabajo”, que incluye desnudos y pornografía son los temas de interés que más crecen entre ese grupo de usuarios.
Twitter es una de las pocas plataformas que permite la desnudez en su servicio, incluso, 13 % de todos los materiales publicados en la red son contenido para adultos. Al mismo tiempo, el interés por noticias, deportes y entretenimiento está decayendo.
Estos cambios podrían hacer a Twitter menos atractiva para los anunciantes, que suelen evitar las controversias o los desnudos por temor a dañar sus marcas. La empresa también está perdiendo un porcentaje “devastador” de usuarios interesados en la moda o celebridades como la familia Kardashian.
Algunas investigaciones señalan que probablemente estas personas se decantan por la competencia, como Instagram y TikTok. A pesar de esto, aún no se llegó a una conclusión específica sobre el motivo del descenso de los usuarios más activos de Twitter.
Finalmente, algunos empleados temen que se concrete la compra de la plataforma y pase a ser propiedad de Elon Musk, pues esto podría derivar en una menor moderación de las publicaciones, esto, sumado a sus supuestos planes de reducir la plantilla de Twitter, podría agravar el deterioro de la calidad de los contenidos.
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