Pedir calaverita, tradición que desaparece en las nuevas generaciones

Pedir calaverita, tradición que desaparece en las nuevas generaciones

Foto: Enfoque

Hasta hace unos años, la víspera del Día de Muertos estaba representada por el olor a flor de muerto, la venta de hojaldras y niños en las calles pidiendo su calaverita; sin embargo, esta última tradición parece ser la que más va en decremento con las nuevas generaciones.

 

Pedir calaverita es una tradición mexicana que, aunque se le suele relacionar con el dulce o truco que se lleva a cabo en Estados Unidos, en nuestro país tiene un origen prehispánico y sobrevivió a varios episodios culturales, siendo nuestra época donde está viéndose mermada.

 

Origen

 

Algunas personas creen que el pedir calaverita fue una adaptación del dulce o truco que se practica en Estados Unidos; sin embargo, varios expertos señalan que está tradición nació en el país y en épocas prehispánicas.

 

Los orígenes de esta tradición refieren que un niño de la clase humilde en la civilización Azteca habría sido el primero en pedir calaverita, obviamente adaptado a su época y por necesidad, ya que lo que pedía era apoyo para poner una ofrenda a sus padres muertos, esto ante la falta de recursos propios.

 

Con el paso de los años se fue adaptando y los niños lo fueron replicando para obtener dulces o dinero de los adultos, quienes daban su apoyo a cambio de alguna oración mientras caminaban por las calles con una calabaza con ojos, boca y una vela adentro.

 

En épocas más recientes, los niños dejaron de utilizar las calabazas y empezaron a ocupar cajas de cartón, pero si nos remontamos aún más al presente, las cajas han dejado de ser usadas para darle paso a calabazas hechas propiamente de plástico.

 

¿Por qué se está perdiendo la tradición?

 

Si bien muchas de las tradiciones del día de muertos continúan vigentes a pesar de las adaptaciones culturales, el pedir calaverita por parte de los niños se ha ido perdiendo debido a diversos factores, uno de ellos es la inseguridad.

 

Hasta antes del año 2000, era más fácil ver a niños pidiendo calaverita en las calles, pero esta actividad se hace al anochecer, usando veladoras para darle esa iluminación a su calaverita.

 

Hoy en día, permitir que un niño de 10 u 8 años salga a la calle junto con otros niños para pedir dinero o dulces resulta poco probable, además de que la mayoría de los padres trabajan y tienen poco tiempo para acompañar a sus hijos a hacer este tipo de actividades.

 

Es aquí donde vemos una influencia del contexto social que se ha ido modificando y que impide que muchos niños sigan llevando a cabo esta tradición, además de que los menores han ido mezclándolo cada vez más con la práctica del dulce o truco que se hace en Estados Unidos.

 

La petición de calaverita no estaba condicionada a hacer ningún tipo de travesura; sin embargo, ahora los niños han adoptado dicha modalidad, además de que se han decantado cada vez más por el uso de disfraces de origen extranjero, dejando un poco de lado a las brujitas y a los esqueletos.

 

A pesar de todo lo anterior, hoy en día aún es posible ver a algunos pequeños que en algunas colonias siguen manteniendo vigente esta tradición, por lo que si tu intención es que esta persista, no dudes en regalarles algún dulce o una pequeña moneda simbólica para que se motiven a no dejarla desaparecer.

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