Agua, celulares y otros “lujos” de los presos en San Miguel

Agua, celulares y otros “lujos” de los presos en San Miguel

Foto: Enfoque y Pixabay

Por años se ha dicho que la ley se aplica para quienes no pueden pagarla y el sistema penitenciario sufre de ese mismo problema, pues si bien vivir dentro de una cárcel es complicado, la corrupción permite algunos lujos que pueden hacer una sentencia más llevadera.

 

La corrupción no siempre se da de autoridades hacia los presos, pues también entre la comunidad penitenciaria hay mercados negros y, como en cualquier sistema de comercio, siempre hay alguien que está dispuesto a hacer tus deberes, mientras puedas pagar por ello.

 

Imagen Poblana consultó con abogados que tienen clientes dentro del Cereso de San Miguel, a fin de conocer los problemas de corrupción a los que se enfrentan y el pago de servicios que llevan a cabo para poder sobrevivir a su estancia dentro del penal poblano.

 

Esto luego de que la Fiscalía General del Estado llevó a cabo una serie de cateos en los negocios ubicados frente al Cereso de San Miguel, en los cuales presuntamente se vendían objetos ilícitos que muchas veces terminaban dentro de dicha prisión.

 

El agua

 

Desde hace 38 años que se fundó el penal, uno de los vicios que no ha podido erradicarse es la venta de agua potable, pues a pesar de que se trata de un derecho humano, los internos lo controlan para poder vendérsela a sus compañeros.

 

Comprar el agua no es obligatorio, pero las condiciones lo hacen necesario, pues cualquier interno puede formarse y esperar varias horas para tomar un turno y sacar un bote con agua del pozo, aunque si tienes para pagarlo, te puedes evitar la espera y podrás recibir rápidamente tu recipiente con agua.

 

Lejos de erradicarse, este servicio se ha encarecido, pues hasta hace unos años un bote de 20 litros costaba 2 pesos, pero recientemente cuesta hasta 5 pesos, los cuales son muy difíciles de conseguir si estás internado en un Cereso.

 

La comida

 

La Secretaría de Seguridad Pública Estatal, a través de la Dirección de Centros Penitenciarios, se encarga de garantizar la comida para los internos de todas las cárceles poblanas; sin embargo, el menú y la sazón pueden no ser del gusto de muchos de los internos.

 

Aunque actualmente las autoridades luchan por erradicar los privilegios que hay dentro de las cárceles, continúa habiendo presos que tienen la posibilidad de conectar una pequeña parrilla en su celda y poder preparar o calentar algún tipo de alimento.

 

Este servicio es aún más caro que comprar un bote con agua, pues las fuentes consultadas señalaron que por rentar una pequeña parrilla eléctrica un prisionero debería de pagar hasta 100 pesos al día, una cifra que muy pocos pueden dar tomando en cuenta su contexto.

 

Adicionalmente, una parrilla de poco servirá si no tienes los ingredientes para preparar algún platillo; sin embargo, dependiendo de que es lo que quieras comer será la tarifa que debes pagar, y en este sentido, no se proporcionaron unos precios detallados, pero si se dejó en claro que la carne es uno de los privilegios más costosos.

 

En el rubro de la comida también hay una cuota que los familiares de los internos deben pagar para poder ingresar los alimentos, pues en caso de no cumplirla la mayoría de la comida que puedan llevar será retenida y no se permitirá que los presos la mantengan.

 

Electrónicos

 

Aunque las fuentes consultadas aseguran que las televisiones, radios y teléfonos celulares son más escasos ahora dentro del Cereso de San Miguel, aparentemente no ha sido posible erradicar el ingreso y tenencia de estos artículos electrónicos en algunas celdas.

 

Si bien es sabido y reconocido por las autoridades que dentro de las cárceles algunos internos tienen acceso a un celular de forma irregular, se trata de un beneficio que es controlado por otros internos y que es uno de los más costosos, pues la renta puede ser hasta de 20,000 pesos mensuales.

 

Por dicha cifra, algunos internos pueden tener acceso a teléfonos celulares de modelo premium y con acceso a internet en determinados horarios, aunque algunos planes más económicos ofrecen celulares más austeros y solamente con el servicio de llamadas y mensajes SMS.

 

La televisión en una celda puede costar hasta 5,000 pesos al mes, y aunque cada vez hay menos de estos aparatos dentro del Cereso de San Miguel, los abogados consultados señalaron que aún se cuenta con algunas y aparentemente su renta sea ha encarecido, aunque no se proporcionó a cuánto subió.

 

La droga

 

Las formas de obtener dinero dentro de la prisión son varias, algunas de ellas legales a través de talleres que ofrece el mismo centro penitenciario, pero otras son más ilegales o rudimentarias, pues hay gente que cobra por hacer los deberes de otros, tales como la "fajina" (limpieza).

 

Lamentablemente también hay formas más extremas de ganar dinero dentro de la prisión y es continuar con una actividad delictiva como es el narcomenudeo, pues dentro de la prisión aún se da la venta de drogas, a pesar de los esfuerzos por evitar su introducción.

 

El solvente tiene uno de los precios más económicos, pues por 1 peso puedes obtener un pedazo de papel higiénico mojado con thiner, mientras que una dosis de heroína en piedra la puedes adquirir a partir de 10 y hasta 200 pesos, según la dosis.

 

La venta de estos estupefacientes representa una pequeña comisión para aquellos que se arriesgan a venderla y esconderla dentro de sus celdas, protegiendo así a los verdaderos responsables del narcomenudeo.

 

La lucha contra los privilegios

 

Cabe señalar que la limpieza dentro de los centros penitenciarios es constante y uno de los ejemplos más recientes fue la destrucción de unos cuartos hechos con tablaroca alrededor del patio, los cuales eran alquilados para brindarle un espacio privado y cómodo a algunos internos que podían pagar rentas mensuales por ellos.

 

La operación de estos lugares fue tolerada por el antiguo secretario de seguridad pública, quien incluso ignoró el llamado del gobernador Miguel Barbosa Huerta para destruirlos, principalmente por los altos ingresos económicos que representaban para la cadena de mandos.

 

Actualmente, esos cuartos fueron destruidos y se busca evitar que otros privilegios que tenían algunos internos vuelvan; sin embargo, los múltiples brazos que tienen las mafias que operan dentro de estas cárceles hacen que la lucha sea constante, pues cada vez se busca nuevas maneras de mantener algunos giros negros.

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