Un equipo de investigadores de la Universidad de Virginia Commonwealth ha desarrollado una nariz biónica capaz de restaurar las conexiones nerviosas de las personas que han dejado de percibir los olores por diversas razones, entre ellas, el COVID-19.
El dispositivo ya ha sido probado en ratas y sus creadores ya están preparando las primeras pruebas en humanos. De acuerdo con los científicos, la nariz biónica aprende a simular los olores para que la persona sea capaz de volver a apreciarlos, por lo que en realidad no se llega a recuperar el sentido del olfato.
El humano no es el animal que más huele del mundo, pero puede detectar cerca de 400 receptores olfativos que producen miles de olores distintos. Los desarrolladores del dispositivo están tratando de analizar esos olores en un procesador, además, se necesitará un entrenamiento personalizado para cada individuo.
Los investigadores explicaron que el primer paso será que los pacientes consigan percibir los olores que son importantes para ellos y poco a poco ir agregando más. De manera externa, el dispositivo tiene forma de gafas y en la parte central lleva un sensor, que se encarga de detectar olores y envía una señal a un receptor colocado debajo de la piel.
A través de este receptor, los olores se convertirán en impulsos eléctricos que el bulbo olfatorio de las personas podrá reconocer.
