Un equipo internacional liderado por investigadores del Instituto Max Planck de Antropología Evolutiva (Alemania) secuenció los genomas de 13 individuos de dos de estas comunidades en el mayor estudio del ADN neandertal realizado hasta la fecha. El estudio ofrece nuevos conocimientos sobre la vida y las estructuras sociales de los neandertales.
La cueva se localiza en un saliente rocoso de la cueva Chagyrskaya, en el sur de Siberia, Rusia, explicó la revista Nature en un material de divulgación del hallazgo científico.
Por primera vez, los investigadores han identificado un conjunto de neandertales estrechamente relacionados: un padre y su hija adolescente y otros dos parientes más lejanos, un niño pequeño y una mujer adulta que pudieron ser el primo y la abuela. Todos eran neandertales, la especie humana más emparentada con la nuestra que se extinguió misteriosamente hace unos 40.000 años.
Este grupo representa la concentración de genomas neandertales más grande jamás encontrada. Las observaciones permiten pensar que los neandertales se organizaban en pequeñas comunidades, además de que era rutinario que los miembros femeninos dejaran a sus familias para unirse a nuevos grupos.
La investigadora en genética Krishna Veeramah, de la Universidad Stonybrook de Nueva York, celebró las posibilidades que abren estos hallazgos para entender estructuras sociales, además de nuevos territorios para los estudios de información genómica antigua.
La cueva que permitió los hallazgos se ubica en los asentamientos del río Charysh, al pie de las montañas Altái, a unos 100 kilómetros al oeste de la cueva Denisova, considerado por la revista Nature un tesoro arqueológico en donde vivieron neandertales por alrededor de 300.000 años.
Hasta ahora, las exploraciones en la cueva Chagyrskaya sólo habían permitido identificar remanentes neandertales de unos 60.000 años de antigüedad, además de herramientas de piedra, sin embargo en 2020 la secuencia genómica de una mujer permitió suponer que ella pertenecía a una población distinta a la que previamente ocupó la cueva de Denisov.
Por ello, un grupo de investigadores liderado por la paleontóloga Laurits Skov y el genetista poblacional Benjamin Peter extrajo muestras de ADN de 17 remanentes de ancestros humanos de Chagyrskaya y de otra cueva cercana, llamada Okladnikov. Estos muestreos, extraídos de fragmentos dientes y huesos, permitieron observar completa o parcialmente los genomas de 11 individuos.
Los neandertales siberianos tenían vínculos familiares más estrechos que los encontrados en Europa, explicó la publicación científica. La información genética comparada permitió identificar la relación entre el adulto y la mujer adolescente, aparentemente padre e hija.
La información genética del padre fue identificada también en otras dos adultas mujeres de la cueva, por lo que podrían pertenecer al mismo linaje materno, además de que es probable que fueran contemporáneos.
"Te hace preguntarte cuáles eran las relaciones familiares entre estos individuos y cómo interactuaban entre ellos. Es un pequeño vistazo dentro de una familia neandertal", opinó la paleontóloga.
Las observaciones agregan información sobre las estructuras sociales de los neandertales, como que se organizaban en grupos pequeños interconectados, además de que los genomas mitocondriales maternos eran más diversos que los masculinos, lo que podría indicar traslado de grupo de las mujeres.
Debido a que en la cueva siberiana también fueron identificados restos de caballos y bisontes, la paleontóloga Skov calculó que podría tratarse de un campo de caza y de alojamiento durante las temporadas migratorias de estos animales, lo que habría abierto oportunidad de mezcolanza entre comunidades de neandertales.
Nature especificó que la proyección de la familia de Chagyrskaya podría aumentar, pues por ahora sólo ha sido explorado un tercio de la cueva, además de que los científicos a cargo han analizado menos de un 25% de los remanentes descubiertos.