La primera ministra del Reino Unido, Liz Truss, declaró su dimisión. Truss comunicó que la próxima semana se realizará la elección del nuevo líder de los conservadores y, en consecuencia, del país.
"Reconozco que, dada la situación, me veo en la imposibilidad de cumplir con las responsabilidades del mandato que se me ha encomendado, para el que he sido elegida, por eso me he puesto en contacto con Su Majestad el Rey (Carlos III) para informarle de mi renuncia como la líder del Partido Conservador", dijo Truss, transmitida por la cadena Sky News.
El Gobierno de Truss será aparentemente el más corto de la historia del país. Lleva 45 días en el cargo y permanecerá durante algún tiempo hasta que se nombre a un sucesor.
Anteriormente, el récord pertenecía a George Canning, quien murió en 1827 en el día 119 de su mandato.
El Gobierno británico dirigido por Truss se enfrentó a un aluvión de críticas por el nuevo plan de apoyo económico y el temor a que se aumentara el tamaño de la deuda nacional para aplicarlo. El plan fue presentado en el Parlamento por el ex jefe del Tesoro, Kwasi Kwarteng, y preveía amplias reducciones de impuestos.
Tras el anuncio, el rendimiento de la deuda pública británica a cinco años subió a su nivel más alto desde 2008, el 4,6%, lo que significa que la demanda de títulos de deuda disminuyó. En consecuencia, la libra cayó bruscamente, alcanzando un mínimo histórico de 1,054 dólares por libra.