Un niño de 10 años fue salvado por su abuelo en silla de ruedas del brutal ataque de un oso negro de 113 kilogramos. Los hechos ocurrieron en la región de Connecticut, Estados Unidos, luego de que el animal irrumpiera en el patio trasero del domicilio de los afectados.
El menor estaba jugando en un trampolín cuando el animal entró, poco después, su abuelo, James Butler, de 69 años, se percató de la presencia del oso, pues había sujetado la pierna del niño con su hocico y lo estaba arrastrando por el jardín.
Sin titubear, el hombre lanzó una barra de metal hacia la cabeza del ejemplar, que soltó momentáneamente al niño, pero luego volvió a atraparlo, en ese momento, un vecino que había escuchado los gritos del menor, apareció blandiendo un tubo metálico, lo que hizo retroceder al oso.
Tras esto, el animal intentó entrar a la casa usando la rampa para silla de ruedas de Butler, pero un policía estatal llegó a tiempo y le disparó mortalmente. Más tarde, el pequeño fue trasladado a un hospital para recibir atención médica. De acuerdo con sus abuelos, sufrió una herida punzante en un muslo, mordeduras en los pies y marcas de garras en la espalda.