El presidente de China, Xi Jinping, llamó desarrollar las Fuerzas Armadas chinas para impulsar la modernización militar y añadió que el Ejército debe "proteger la dignidad y los intereses". Sus palabras llegan en medio de las tensiones con EEUU, que definió en su propia estrategia de seguridad a China como su desafío geopolítico más relevante.
"Trabajaremos más rápido para modernizar la teoría militar, la formación militar y el armamento. Aumentaremos nuestras capacidades militares estratégicas", anunció el mandatario chino durante el XX Congreso del Partido Comunista en medio de las tensiones con EEUU. La nueva estrategia de seguridad nacional de la Casa Blanca considera a China como el "desafío geopolítico más importante", ya que el país tiene disputas en los mares de China Meridional y China Oriental con varios países asiáticos.
Además, Xi Jinping señaló que Pekín no tiene intención de renunciar a la posibilidad de utilizar la fuerza contra Taiwán si es necesario.
"Seguiremos impulsando la reunificación pacífica con Taiwán. Pero nunca prometeremos renunciar al uso de la fuerza. Y nos reservamos el derecho a utilizar todas las medidas necesarias", explicó el presidente a tiempo de añadir que China también debe evitar que fuerzas externas interfieran en la cuestión de las relaciones con Taiwán.
También prometió que el Partido Comunista pondría más empeño en el desarrollo tecnológico del país y en reforzar la seguridad alimentaria y los canales de suministro para la industria. Xi Jinping afirmó que China logrará la "autosuficiencia y potencia" tecnológica desarrollando el sistema educativo e invitando a expertos extranjeros.
Este 16 de octubre, el Congreso nombrará a los líderes del país para los próximos cinco años. Se espera que a Xi, de 69 años, se le otorgue un tercer mandato de cinco años como secretario general del partido, lo que reafirmaría su estrategia de imponer su dominio en la economía, la sociedad y la cultura tras cuatro décadas de liberalización de mercado.
El Congreso también abordará el desarrollo económico del país. La economía china se ha visto muy afectada por la pandemia de COVID-19, pero los dirigentes nacionales siguen aplicando una política de "tolerancia cero" hacia el coronavirus imponiendo estrictas medidas de cierre en lo que consideran zonas desfavorables.