¿Qué pasa con los cubrebocas que ya se usaron durante la pandemia?

¿Qué pasa con los cubrebocas que ya se usaron durante la pandemia?

Foto: Enfoque

Dependiendo del país en el que vivas seguramente habrá una respuesta particular para la pregunta de ¿qué pasa con todos los cubrebocas que se han usado desde que inició la pandemia de covid-19?, pues se trata de toneladas de residuos que se usaron y no fueron precisamente bien desechados.

 

Pocas instancias gubernamentales o civiles han hecho una medición sobre el impacto ambiental que dejó emergencia sanitaria; sin embargo, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico tiene algunas cifras sobre esta situación.

 

Desde los primeros meses del 2020, cuando se inició oficialmente la pandemia en el mundo, se han usado aproximadamente 129,000 millones de cubrebocas cada mes, de los cuales la mayoría están hechos con plásticos de un solo uso.

 

En México no hay cifras oficiales acerca de los desechos generados, pero a nivel mundial se estima que además de los cubrebocas, muchos de los implementos quirúrgicos y médicos recurrieron a los plásticos de un solo uso.

 

 

Esto representó un aumento de hasta 300 % en su consumo, lo que equivale a la cantidad de plástico que debió haberse usado en un periodo de aproximadamente 20 años, aunque se utilizó en apenas 30 meses.

 

Adicional al uso de plásticos y demás materiales como elásticos o pequeños insertos de metal, se debe tomar en cuenta que la mayoría de estos cubrebocas al ser desechados, ya iban contaminados con pequeñas partículas de múltiples enfermedades.

 

Esas partículas terminaron impregnándose en el resto de la basura con la que convivieron desde que fueron colocados en un bote, en el mejor de los casos, hasta que llego a un relleno sanitario.

 

La Organización Mundial de la Salud (OMS), en su momento, recomendó portar cubrebocas de tela de triple capa que se pudieran usar más de una vez, en lugar de utilizar uno desechable que en debía usarse solamente un día o a lo mucho una semana, en el caso de los KN-95.

 

En México y en varios países de América latina, la cultura de la separación de residuos y el reciclaje no es tan avanzada y esto provoca que no haya un tratamiento adecuado para todos los componentes que forman parte de una mascarilla.

 

A esto también hay que sumarle la pobre cultura de algunas personas en México y otros países, donde tiraban estos productos en la vía pública, provocando que lleguen alcantarillas y posteriormente a ríos, presas y mares.

 

Algunos estudios hechos durante el 2021 señalan que los cubrebocas pueden contener silicio y al estar mucho tiempo en contacto con el agua, pueden desprender pequeñas partículas de este componente, lo que es suficiente para contaminar el líquido.

 

Ahora que el cubrebocas ha dejado de ser obligatorio en muchos países, como es el caso de México, se espera que se reduzcan los desechos de plásticos de un solo uso, aunque hasta el momento no se tiene cuantificado cuándo es que podría reponerse el planeta de lo que la pandemia provocó.

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