Alumnos poblanos, con problemas en matemáticas, comprensión y hábitos de sueño

Alumnos poblanos, con problemas en matemáticas, comprensión y hábitos de sueño

Foto: Enfoque y Pixabay

La Secretaría de Educación Pública Estatal llevó a cabo la Evaluación Diagnóstico Integral de los Aprendientes del Estado de Puebla para el ciclo escolar 2022-2023, mediante el cual se recabó información para conocer las condiciones en las cuales ingresaron los estudiantes tras dos años de pandemia.

 

La evaluación se practicó a 922,718 alumnos de 8,482 planteles que, a partir del presente ciclo escolar, se incorporaron completamente a clases presenciales luego de los dos años de modelo híbrido que hubo en el país derivado de la crisis sanitaria del covid-19.

 

Esta evaluación permitió conocer a la dependencia temas como la motivación y estrategias para el aprendizaje; barreras para la participación del aprendizaje; habilidades socio emocionales; atención al cuerpo y la salud; así como pensamiento filosófico y humanista.

 

¿Cuáles fueron los resultados educativos?

 

Fue por la tarde de este martes 11 de octubre que la Secretaría de Educación Pública publicó los resultados de esta evaluación diagnóstica, que permitió conocer algunos aspectos principales sobre las repercusiones que tuvo la pandemia en los estudiantes.

 

 

El estudio señala que en niñas y niños, pertenecientes al nivel de educación inicial, se detectaron mejores patrones de alimentación, en parte por el tiempo que pasaron en casa, pero no se desarrollaron potencialidades y habilidades relacionadas con su desarrollo emocional.

 

En el caso de los niños de educación preescolar el estudio señala que la mayoría requieren reforzamiento en lenguaje y comunicación, educación socio-emocional, educación física y en pensamiento matemático, aunque es en la última área donde se requiere de un mayor acompañamiento.

 

En el caso del nivel primaria, principalmente en segundo y tercer grado, se encontraron los niveles más altos del porcentaje de aciertos de todo el nivel educativo básico, pero conforme se avanza en los grados más altos el número de aciertos disminuye.

 

También se halló que después del tercer grado de primaria, la mayoría de los estudiantes tienen poca motivación y carecen de estrategias para el aprendizaje.

 

En el caso de la lectura, la evaluación permitió determinar que en educación básica y media superior hubo un desempeño mejor de estas técnicas, aunque entre tercero y sexto de primaria los resultados están por abajo del 50 por ciento de aciertos.

 

Lo anterior quiere decir que en esos grados educativos, los estudiantes tienen dificultades para localizar y extraer la información, integrarla para llevar a cabo inferencias y hacer un análisis de la estructura de los textos, esto compromete y pone en riesgo el acceso a las demás áreas del conocimiento.

 

Los resultados muestran que la formación cívica y ética es otra de las áreas de conocimiento con mejor desempeño, ya que la dimensión de pensamiento filosófico y humanista obtuvo un mayor porcentaje en la educación primaria, secundaria y media superior.

 

Lo anterior quiere decir que los estudiantes demuestran que tienen conciencia de principios políticos, éticos y derechos, además, comprenden la importancia de promover una cultura de paz, la interculturalidad, la igualdad y el desarrollo sostenible.

 

Como se mencionó anteriormente, matemáticas es el área de conocimiento con menor número de aciertos en todo el nivel educativo; en la educación básica, en específico, los estudiantes mostraron dificultades en la unidad de análisis de forma espacio y medida, el cual implica reconocer propiedades de las figuras y cuerpos geométricos, así como magnitudes y medidas.

 

¿Y en su vida personal?

 

La evaluación también permitió conocer el entorno en el cual se desarrollan los estudiantes, descubriendo que los alumnos de educación primaria perciben tener un apoyo más significativo de su contexto familiar, mientras que en secundaria y nivel medio superior tienen más apoyo en su contexto escolar.

 

Esto quiere decir que los adolescentes y jóvenes se sienten más cómodos y mejor desarrollados en las escuelas, donde obtienen confianza, están seguros, son respetados y reciben apoyo por parte del personal docente y sus compañeros.

 

Por lo que hace a la unidad de análisis de vida saludable, el estudio muestra que hay una necesidad de fortalecer a los niños, niñas, adolescentes y jóvenes sobre la importancia de prácticas saludables, por ejemplo, en educación primaria es necesario promover los buenos hábitos alimenticios, mientras que en secundaria y media superior los hábitos de sueño.

 

¿Qué se puede hacer?

 

La Secretaría de Educación Pública, tomando en cuenta los resultados de la evaluación, determina una serie de recomendaciones que se deben llevar a cabo para poder mejorar los planes de acompañamiento a todos los estudiantes de los diferentes niveles educativos.

 

En este sentido, la SEP señala que es necesario que haya mayores prácticas pedagógicas y dependerá del contexto de cada uno de los estudiantes, es decir, no se podrá hacer de forma homogénea y será trabajo tanto de los padres de familia como de los maestros determinar qué técnicas aplican a cada caso.

 

También destaca que es necesario recordarles constantemente a los alumnos que son parte de una comunidad en constante desarrollo, además de que se debe incentivar su interés por investigar y resolver problemas.

 

En el ámbito docente se pide no capacitar a los jóvenes para superar evaluaciones, sino hacerlo de una forma integral para que los conocimientos puedan ser aplicados en la vida cotidiana, no solamente para pasar un examen.

 

La SEP señala que es necesario integrar al método de estudio de aprendizaje tablas, esquemas, analogías, diagramas y enseñarles a los alumnos a hacer síntesis, con la finalidad de qué puedan analizar, aplicar y organizar información.

 

Del mismo modo se promueve que los estudiantes trabajen de forma colaborativa, tanto dentro del aula como fuera de ella, siendo este hábito uno de los más esenciales para los padres de familia que deben de estar presentes en el acompañamiento de sus hijos.

 

También es responsabilidad de los padres promover los estilos de vida saludables, tomando en cuenta que los jóvenes y adolescentes tienen problemas para tener buenos hábitos de sueño, es decir, pueden dormir muy tarde y tener problemas para levantarse temprano, mientras que los niños es necesario que tengan mejores hábitos alimenticios.

 

Le evaluación no estipula un plazo mediante el cual se vaya a obtener una recuperación del nivel educativo que tenían los niños antes de la pandemia, aunque hay que destacar que se repiten resultados similares a los de pruebas como PLANEA, que se practicaban antes de la pandemia.

 

Por ejemplo, las matemáticas y la comprensión de lectura siguen siendo los puntos débiles en los estudiantes mexicanos, una situación que hasta el momento las autoridades educativas no han logrado combatir de forma efectiva.

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