Las bromas pesadas son un problema que ha estado presente siempre y las escuelas nunca han sido la excepción, pero en los últimos años la vigilancia que hay en los centros escolares ha visibilizado muchas de estas prácticas.
El pasado viernes, al menos un centenar de estudiantes de la escuela secundaria Juana de Asbaje, en Bochil, Chiapas, resultaron intoxicados por el consumo involuntario de drogas, presuntamente cocaína.
Las autoridades en Chiapas revelaron que en los últimos meses se han detectado al menos cuatro casos de consumo involuntario de drogas en escuelas, de ahí que se esté llevando a cabo una investigación exhaustiva.
Las bromas físicas
En Puebla también se han dado casos de bromas pesadas entre estudiantes dentro de las escuelas, algunas físicas y otras como las de Chiapas.
Por ejemplo, en septiembre pasado un niño de 6 años terminó en un hospital tras haber sido golpeado por compañeros de su escuela en el municipio de Chignahuapan.
Según los familiares del menor, los hechos ocurrieron en la escuela primaria Francisco I. Madero de la comunidad de Tzitla, donde los niños agresores estaban jugando "luchitas" con el compañero lesionado.
Pero el consumo de drogas, presuntamente involuntario, también se ha convertido en un problema, pues tan solo este año se han registrado dos casos.
En mayo ocurrió el primero cuando cinco alumnos del Centro Escolar José María Morelos resultaron intoxicados tras ingerir un brownie de marihuana, sin saber cuál era el ingrediente “mágico”.
Los menores también tuvieron que ser trasladados a un hospital, donde permanecieron una noche en observación hasta que fueron dados de alta.
Pero en julio se registró otro caso donde dos estudiantes de bachillerato fueron atendidos luego de presentar vómito por haber consumido un brownie con esta misma sustancia.
Los estudiantes se intoxicaron en el bachillerato Emperador Cuauhtémoc, en la junta auxiliar de San Sebastián de Aparicio, mientras que el alumno que llevo los brownies también se hizo acreedor a una sanción interna.
