En un periodo menor a los cinco meses, dos activistas han sido asesinadas en Puebla, empezando por el caso de la abogada Cecilia Monzón, una de las principales defensoras de las mujeres víctima de violencia vicaria.
Fue la mañana del sábado 21 de mayo de 2022 cuando los cuerpos de emergencia fueron alertados sobre un ataque armado en contra de una mujer que viajaba a bordo de una camioneta en el Camino Real a Momoxpan.
Un par de horas después del ataque se confirmaría que la víctima de este lamentable hecho ir a la activista y abogada Cecilia Monzón, quién fue atacada con varios disparos cuando circulaba a bordo de su vehículo.
De inmediato los hechos llamaron la atención de medios locales e internacionales, quienes destacaron el activismo de Cecilia a favor de las mujeres víctimas de violencia vicaría, situación que ella misma vivió.
Apenas dos meses después de lo ocurrido se dio la primera detención relacionada con su asesinato, siendo el caso del político priista Javier L., ex pareja sentimental de Cecilia y padre de su único hijo, con quien por años tuvo una batalla legal por la pensión alimenticia y otros temas legales.
Posteriormente, serían detenidas tres personas más las cuales actuaron como cómplices y facilitadores, así como autores materiales del asesinato de Cecilia Monzón, presuntamente derivado de los problemas legales que tenían con Javier L.
Actualmente hay cuatro personas detenidas por este hecho y la familia de Cecilia logró la patria potestad de su hijo para poder sacarlo del país y empezar una nueva vida.
Matan a mamá buscadora
No habían pasado ni cinco meses del asesinato de Cecilia Monzón cuando nuevamente la violencia en contra de un activista ocurrió en Puebla, esta vez en contra de una madre buscadora.
Todo empezó durante la madrugada del martes 4 de octubre cuando vecinos de la unidad habitacional Villa Frontera reportaron múltiples detonaciones con arma de fuego en contra de una mujer que caminaba sobre la lateral de la autopista Puebla-Orizaba.
Elementos de la Policía Municipal de Puebla y paramédicos llegaron al sitio, pero solamente pudieron confirmar que una mujer ya no contaba con signos vitales y presentaba por lo menos siete lesiones de bala en diferentes partes del cuerpo.
La zona fue acordonada y los peritos de la Fiscalía General del Estado hicieron las diligencias de levantamiento de cadáver siendo aproximadamente 2 horas después cuando se dio a conocer la identidad de la víctima.
Se trató de Esmeralda Gallardo de 45 años, quien participaba activamente en el colectivo Voz de los Desaparecidos, debido a que desde enero del año pasado ella buscaba a su hija desaparecida.
El asesinato de Esmeralda se dio casi en el mismo lugar donde su hija Betzabé, de entonces 21 años, fue vista por última vez en enero del año pasado, por lo que de inmediato el colectivo Voz de los Desaparecidos alzó la voz para exigir justicia.
Apenas unas horas después de lo ocurrido, el gobierno del estado reprobó el asesinato de Esmeralda, mientras que la Fiscalía emitió órdenes de protección a favor de los familiares de Esmeralda, para que la Policía Estatal y Municipal de Puebla les brinden seguridad.
Hasta el momento, la autoridad ministerial no ha revelado ningún avance de la investigación y aunque todo hace suponer que el asesinato de Esmeralda derivó de su incansable búsqueda para dar con el paradero de su hija, hasta el momento la autoridad no ha confirmado esta situación.
El caso de Cecilia Monzón terminó siendo investigado como un feminicidio ya que lo perpetró quien fuera su pareja sentimental y derivado de los constantes juicios de alimentos que la abogada interpuso para hacer que el político se hiciera cargo de la manutención de su hijo.
De confirmarse que el asesinato de Esmeralda Gallardo tiene que ver con su activismo, se trataría de un caso icónico para Puebla, debido a que la autoridad no ha reconocido en los últimos años un asesinato de este tipo.
Pocos casos se relacionan al activismo
Los casos más recientes de activistas asesinados derivado de su activismo nos remontan hasta mayo de 2019 cuando Leonel Díaz Urbano fue asesinado tras una serie de protestas en contra de la construcción de una hidroeléctrica en el municipio de Zacapoaxtla, en la Sierra Norte de Puebla.
Otro caso icónico de activistas que han sido privados de la vida en Puebla es sin duda el de Agnes Torres, quien en marzo del 2012 fue asesinada y abandonada en un paraje de la carretera Siglo XXI.
La activista era muy conocida en el municipio de Tehuacán debido a su trabajo a favor de las personas de la comunidad LGBTTTIQ+; sin embargo, su caso terminó siendo calificado como un crimen pasional pues lo cometió un hombre con el cual sostenía una relación sentimental.