
El asesinato de la madre buscadora Esmeralda Gallardo en Puebla ha llamado la atención de varios colectivos locales y nacionales por el estado de vulnerabilidad en el cual esta mujer fue asesinada, casi en el mismo sitio donde hace 20 meses desapareció su hija.
Mientras que las autoridades locales han reprobado el crimen y se han comprometido a sancionar a los responsables, algunos activistas han puesto sobre la mesa nuevamente la problemática que existe en el país para protestar de forma libre y sin miedo a represalias.
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Jared es una activista integrante de la Unión de Colectivos LGBTTTIQ+ en el municipio de Tehuacán, y le ha tocado vivir de cerca crímenes en contra de sus compañeros como parte de sus preferencias sexuales y la defensa de sus derechos.
En entrevista telefónica con Imagen Poblana, Jared señala que no se trata solamente de Puebla, haciendo alusión al caso de Esmeralda Gallardo, sino que en México la crítica social y el activismo se ha convertido en una actividad de alto riesgo.
"Yo tengo 10 años defendiendo los derechos de una minoría como son las personas de la comunidad LGBTTTIQ+ y desde que empecé en esto estoy consciente de que estamos expuestos a un grave riesgo porque siempre va a haber alguien que no le guste lo que estás haciendo", explicó vía telefónica.
Nuestro entrevistado señala que personalmente nunca ha tenido algún altercado, aunque él lo atribuye a que generalmente suele actuar de forma anónima o cuidando mucho su identidad y datos personales, de ahí que al momento de conceder esta entrevista lo hizo utilizando un seudónimo.
"Lamentablemente los movimientos sociales siempre deben de tener un rostro, pero muchas veces las personas que lo encabezan son las más expuestas y a esto se le suman sus causas personales, entonces se vuelve más complicado cuidar tu integridad", expuso.
Recordó que hace unos meses comenzó a difundirse en redes sociales un grupo de Telegram que convocaba a cometer crímenes de odio en contra de la comunidad LGBTTTIQ+, siendo este un ejemplo de la violencia que se puede ejercer en contra de las minorías.
En el caso específico de Puebla, señaló que han sido los pocos los casos donde una activista es asesinado derivado de su actividad; no obstante, sí ha habido agresiones físicas y, sobre todo, encarcelamientos injustificados.
Recordó que durante el sexenio de Rafael Moreno Valle como gobernador, hubo una importante persecución en contra de los activistas, desde aquellos que defendían algún territorio, hasta incluso los defensores de derechos humanos y sexuales, como lo es la comunidad LGBTTTIQ+.
Me parece que hay otros estados donde el problema ha sido más grave; sin embargo, no debemos de ver el caso de Esmeralda Gallardo como un hecho aislado sino como una oportunidad para que la causa por la que ella peleaba siga vigente y las autoridades volteen a ver los movimientos sociales y a sus actores, para brindarles mayor seguridad”, puntualizó.