La publicación de un video sexual explícito por parte de la diputada trans del Movimiento de Regeneración Nacional (MORENA), María Clemente García Moreno, ha generado una serie de cuestionamientos sobre las políticas de esta red social ante este tipo de publicaciones.
Lo anterior ha generado muchas dudas, pues si bien en sus términos y condiciones Twitter señala que las publicaciones de sexo explícito pueden provocar una infracción a las políticas de este microblog y derivar en la eliminación de la cuenta, hay otro aspecto que no se ha tomado mucho en cuenta.
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Y es que Twitter ha dejado de manifiesto que no bajará de la red social los videos o fotografías de sexo explícito mientras este contenido esté consensuado y no represente algún delito como pornografía infantil y trata de blancas.
Lo anterior resulta un poco criticable, ya que se ha dado pie a que surjan infinidad de cuentas donde solo se publican fotografías y videos de carácter pornográfico, algunas con contenido de sexo violento y que pueden estar al alcance de cualquier menor de edad.
Gracias a esto, Twitter se ha convertido en el refugio perfecto de voyeristas que no quieren dejar señales de haber visitado algún portal pornográfico en sus computadores, accediendo a este contenido a través de este microblog, donde se puede encontrar todo tipo de videos explícitos.
De la misma manera, esto también ha dado pie a que más sexoservidoras y sexoservidores se anuncien en Twitter, publicando incluso algunos videos o fotografías de los encuentros sexuales que han tenido y que han quedado grabados o capturados en una imagen.
Además, estos trabajadores sexuales han encontrado en Twitter el mejor medio para darse a conocer y atraer a más clientes, cerrando tratos de encuentros incluso a través de esta red social, algo que podría tomarse como un delito.
Y esto no es todo, Twitter también se ha convertido en un catálogo de parejas o personas solitarias que buscan un encuentro sexual casual, publicando fotografías y videos explícitos que están al alcance de cualquier usuario del microblog.
Sin duda, la censura no sería el camino más acertado ante esto, por lo que Twitter tendría que trabajar en una estrategia para evitar que menores de edad tengan acceso a este tipo de contenido, que en muchas ocasiones es más que explícito.