El reciente hackeo que sufrió la Secretaría de la Defensa Nacional (SEDENA) ha dejado al descubierto una serie de situaciones que deben llamar la atención; sin embargo, todos los reflectores se han dirigido a la revelación de las enfermedades que tiene el presidente Andrés Manuel López Obrador.
Esta información ha eclipsado a otras revelaciones igual o más relevantes que las enfermedades que padece el mandatario, situaciones que tendrían que llamar la atención de autoridades judiciales, pues se tratan de vejaciones a civiles y miembros del Ejército.
En este hackeo se puso de manifiesto los abusos sexuales que se han cometido bajo el amparo que brinda un rango militar, casos que también han dado pie a momentos de acoso contra militares de menor rango o incluso contra civiles.
Y es que los más grave de estos datos, según revela el diario El País, es que en aproximada mil archivos de la SEDENA se revelan decenas de abusos sexuales cometidos por parte de cargos superiores a subalternas y a civiles, a veces en grupo y otras con tortura, de las que tiene esta dependencia en conocimiento.
La SEDENA no ha dado respuesta a muchas de las denuncias que se han dado y esto ha provocado que militares, en su mayoría mujeres, pidan cambio de regimiento para evitar estar cerca de sus agresores, situación que constituye además una violación flagrante a los derechos humanos de estas personas.
De acuerdo con los testimonios, en muchos casos en que acusaron a sus jefes fueron amenazadas con la idea de que nadie les iba a creer o les recordaban que allí estaban solas y los únicos con poder eran los altos mandos.
En el caso de los civiles, hay testimonios de mexicanas que han sido detenidas y en cuarteles solitarios son sometidas a abusos sexuales, algunos de estos en multitud, terminando amenazadas en caso de que revelen lo sucedido.
Son al menos 42 los militares que están implicados en estos casos de abuso sexual y aunque algunos de estos uniformados ya fueron condenados por estos hechos, hay otros casos que se mantienen abiertos y las víctimas siguen sin recibir apoyo por parte de las autoridades.