Llegó la temporada en la que el “Popo” nos recuerda su presencia

Llegó la temporada en la que el “Popo” nos recuerda su presencia

Foto: Enfoque

Así como para muchos mexicanos septiembre se ha visto tristemente asociado a los temblores, el último trimestre de cada año también se relaciona con otro fenómeno natural como lo es la actividad volcánica del Popocatépetl.

 

Generalmente, es en diciembre cuando este volcán ha mostrado su mayor actividad en los últimos años; sin embargo, en los días recientes los movimientos de este coloso han incrementado, llamando fuertemente la atención.

 

Esta actividad se percibe principalmente por las exhalaciones de vapor de agua, gas y ceniza que provocan enormes fumarolas, visibles desde varios municipios cercanos al volcán y en entidades como Puebla, Morelos, Estado de México y Ciudad de México.

 

El último reporte del Centro Nacional para la Prevención de Desastres (Cenapred), señala que entre las 11:00 horas del 28 de septiembre y en la misma hora, pero del 29, se han detectado 74 exhalaciones acompañadas de vapor de agua, gases volcánicos y ligeras cantidades de ceniza.

 

 

Esas pequeñas cantidades de ceniza llegaron a algunos municipios como Tláhuac, Xochimilco, Milpa Alta y algunas partes de Iztapalapa, en la Ciudad de México.

 

Durante la madrugada de este 29 de septiembre, el Cenpred informó que se contabilizaron aproximadamente 13 minutos de tremor de baja amplitud e incluso una explosión menor ocurrida a las 2:26 horas.

 

Los pronósticos del centro para las próximas 24 horas señalan que podría haber una ligera caída de ceniza en la zona sur sureste de la ciudad de Puebla, así como en la zona centro sur, e incluso en los límites con el estado de Guerrero y el oeste de Oaxaca.

 

A pesar de esta actividad volcánica, el Cenapred mantiene el semáforo de alerta volcánica en amarillo fase dos, la cual es común debido que se trata de un volcán vivo, por lo que la alerta volcánica no puede ser menor y su actividad constante tampoco amerita que se disponga un riesgo mayor.

 

 

De acuerdo con los expertos, la actividad volcánica debe de verse como algo normal, ya que la liberación de vapores y gases volcánicos reducen el riesgo de una erupción, pues el funcionamiento de un volcán de forma coloquial puede verse como la operación de una olla exprés.

 

Esta actividad volcánica incluso se ha vuelto común para los vecinos de los municipios que están en un radio más cercano, como pueden ser Calpan, San Nicolás de los Ranchos, Amecameca, Ozumba, Xalitzintla, San Mateo Ozolco, entre otros.

 

En estas regiones donde la actividad agrícola aún persiste de forma importante, las cenizas volcánicas son vistas con buenos ojos, ya que aportan nutrientes a los campos y favorecen el desarrollo de ciertos cultivos.

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