Aunque desde agosto ya era posible ver panaderías y supermercados vendiendo hojaldras, lo cierto es que la tradicional pieza poblana de “pan de muerto” poco se vende en la capital y ha sido adoptada por varias zonas del país.
Coloquialmente, la hojaldra es reconocida como el “pan de muerto” en muchas regiones de México, incluida la capital poblana, dejando casi en el olvido a los “golletes”, que de acuerdo con el Instituto Nacional de Pueblos Indígenas (INPI), son originarios de Puebla.
Los "golletes" son roscas adornadas con colores, principalmente rosas, las cuales se elaboran específicamente para la decoración de las ofrendas en la temporada de Todos Santos.
Al contrario de la hojaldra que es un pan principalmente suave y dulce, los “golletes” son salados y la masa es tipo galleta, es decir, que es un poco más duro y crujiente, mientras que el color rosa se logra con azúcar y colorante.
Otro pan de época cuyo origen nos remonta a Puebla es el "sequillo", que es una pieza tipo mamón de textura seca, con un color amarillo debido a que está elaborado con yema de huevo, incluso algunos lo conocen como pan de yema.
Cuando decimos que casi no figuran en Puebla, nos referimos a la zona centro del estado y en especial a la capital, pues en algunos municipios, principalmente de la Sierra Norte, se vuelve más fácil encontrar estos panes en las ofrendas y las panaderías.
Pero contrario a lo que pasa en la ciudad de Puebla, algunos municipios de la Ciudad de México como Xochimilco, han adoptado a los “golletes” y el pan de yema como uno de los ingredientes básicos en la ofrenda, por lo que es muy común verlos en las panaderías y mercados.
Las ofrendas en el Día de Muertos son una tradición que se remonta a la época prehispánica, y el equivalente al “pan de muerto” como lo conocemos hoy en día sería el "huitlatamalli" que era una especie de tamal.
Pero no solamente este pan se ha ido modificando y adaptando, pues la hojaldra también ha sufrido cambios y ahora se vende rellena y de ingredientes diversos que cambian su tonalidad, así como la variación con azúcar espolvoreada.
