Las cifras sobre casos de Alzheimer en el mundo han hecho que sea considerada la nueva epidemia del siglo XXI, y es que el ritmo de vida tan acelerado de las personas termina por provocar estragos mentales cuando se llega a la edad adulta.
De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), entre el 5 y el 8 por ciento de la población mayor de 65 años es susceptible a padecer demencia e incluso cada año se diagnostica en aproximadamente 10 millones los casos nuevos alrededor del mundo.
Los casos de Alzheimer actualmente están focalizados en los países de mediano y bajo desarrollo, donde hay una mayor precarización de las personas adultas y los sistemas de salud están más rezagados, por lo que el tratamiento para los pacientes se vuelve más complejo.
El Alzheimer no tiene cura; sin embargo, con un tratamiento especializado se pueden sobrellevar algunos de los principales síntomas. No obstante, la esperanza de vida después de que aparecen los primeros síntomas en un paciente es de 20 años, en el mejor de los casos.
El primer síntoma de este padecimiento es, evidentemente, la pérdida de memoria, aunque esto no significa que todas las personas que tienen problemas para recordar tienen esta enfermedad, por lo que se recomienda siempre acudir con un especialista para tener un diagnóstico acertado.
Después de la pérdida de la memoria empiezan a aparecer otros síntomas como son los cambios de humor, problemas de depresión, problemas de ansiedad y la desconfianza o zozobra en torno a las personas cercanas, como pueden ser familiares o cuidadores.
Cuando los problemas del Alzheimer comienzan a agravarse, los pacientes suelen desconocer a su familia, piensan que están secuestrados o que les quiere hacer daño, además tienden a intentar escapar provocando que constantemente sea extravíen o puedan ser víctimas de algún accidente.
Y aunque no es una regla, algunos pacientes que llegan a vivir varios años con esta enfermedad, en la etapa final de la misma llegan a perder la memoria a tal grado que no recuerdan cómo caminar, cómo hablar o incluso pierden la capacidad de recordar otras funciones básicas de su cuerpo, lo que termina provocando su muerte.
Es por ello que en el Día Mundial del Alzheimer se busca concientizar a las personas sobre la condición en las que viven estos pacientes con esta enfermedad y la necesidad de crear políticas públicas para darles una mejor calidad de vida.
Como se indicó previamente, dependerá de cada uno de los pacientes para determinar el nivel de vida que tendrán durante los años que padezcan la enfermedad, además estará en manos del entorno familiar en el que se desenvuelva y el apoyo con el que cuenten los cuidadores.
Actualmente son pocas las instituciones públicas que se dedican a atender a este tipo de pacientes por lo que para las personas que carecen de recursos económicos suficientes, les es más complicado cuidar y darle una mejor calidad de vida a un paciente con Alzheimer.