Un equipo de investigadores de la Universidad de Emory, en EU, ha logrado decodificar imágenes visuales del cerebro de un perro, lo que permite vislumbrar por primera vez cómo la mente canina reconstruye lo que ve.
Para lograr esto, los científicos registraron datos neuronales de perros y humanos en exámenes de imagen por resonancia magnética funcional (fMRI, por sus siglas en inglés) y usaron un algoritmo de aprendizaje automático para analizar los patrones, esto mostró que los canes están más en sintonía con las acciones de su entorno que con quién las está haciendo.
"Los humanos estamos muy orientados a objetos, hay 10 veces más sustantivos que verbos en el idioma inglés porque tenemos una obsesión particular con nombrar objetos. Los perros parecen estar menos preocupados por quién o qué están viendo y más preocupados por la acción en sí", explicó Gregory Berns, profesor de Emory y uno de los autores principales del estudio.
El experto indicó que los perros tienen grandes diferencias con los humanos en sus sistemas visuales, pues los canes solo ven en tonos de azul y amarillo, aunque poseen una densidad ligeramente mayor que las personas de receptores de visión diseñados para detectar movimiento.
Revelan cómo los perros perciben el mundo Los canes solo ven en tonos de azul y amarillo y tienen una densidad ligeramente mayor que los humanos de receptores de visión diseñados para detectar movimiento, señalan los científicos. pic.twitter.com/ouUeolxH2d
— Chuyên Gia Xuất Nhập Cảnh Dịch vụ làm visa (@chuyengiaxuatnc) September 19, 2022
En este sentido, Berns indicó que es lógico que los perros estén muy sintonizados con las acciones, pues “deben estar muy preocupados por las cosas que suceden en su entorno para evitar que se los coman o para monitorear a los animales que podrían querer cazar. La acción y el movimiento son primordiales".
Los expertos registraron los datos neuronales de fMRI de dos perros mientras veían videos en tres sesiones de 30 minutos. Estos animales fueron entrenados para quedarse inmóviles mientras se media su actividad cerebral. También se sometieron al experimento dos humanos, viendo los mismos videos en tres sesiones separadas.
Los metrajes fueron hechos desde la perspectiva de un perro, por lo que resultaba lo suficientemente interesante como para que ellos pudieran verlo durante un periodo prolongado. "Demostramos que podemos monitorear la actividad en el cerebro de un can mientras mira un video y, al menos hasta cierto punto, reconstruir lo que está mirando", dijo Berns.
"Si bien nuestro trabajo se basa en solo dos perros, ofrece una prueba de concepto de que estos métodos funcionan en caninos", dice Erin Phillips, primera autora del estudio. "Espero que este documento ayude a allanar el camino para que otros investigadores apliquen estos métodos en perros, así como en otras especies, para que podamos obtener más datos y una mayor comprensión de cómo funcionan las mentes de diferentes animales", concluyó.