Cirugías plásticas: cuando el dinero supera a la ética médica

Las cirugías plásticas se han convertido en una práctica que con el paso de los años ha ido en aumento debido a la necesidad de muchas personas por mejorar su aspecto físico; sin embargo, muchas veces quienes las practican dejan a un lado la ética médica para enfocarse únicamente en el dinero.

Justamente es esta premisa la que se busca reflexionar y destacar su importancia cada 18 de septiembre, cuando se conmemora el Día Mundial de la Ética Médica, una fecha instaurada desde hace 19 años por parte de la Asociación Médica Mundial.

La ética médica, como su nombre lo dice, consiste en un sistema de principios que rodean la práctica de la medicina y la investigación científica, buscando establecer principios básicos de actuación para los profesionales de la salud y la atención que le brindan a sus pacientes.

La ética médica es uno de los logros más importantes para el área de la salud, o al menos así se destaca en la formación de los médicos, pues hay que recordar qué los médicos incluso recurren el juramento de Hipócrates, quien es el fundador de la medicina desde la Grecia antigua.

Entre los puntos más destacables de la ética médica está que los especialistas en la medicina deben de tener un fundamento en siempre servir a la humanidad, atendiendo a pacientes sin discriminación de raza, género, edad, religión, nacionalidad u origen, pero también dejando de lado la clase social de cada uno de los pacientes.

Los casos de violación a la ética médica pueden verse en diferentes rubros, pero viéndolo desde la perspectiva de las cirugías plásticas se vuelve más latente debido a que se ignora por completo muchos de los principios establecidos en esta normatividad.

Por ejemplo, en la relación médico-paciente la ética médica establece que debe de haber una comunicación mediante la cual el experto se encargue de proporcionar la información correcta y adecuada para preservar la salud de los pacientes.

Uno de los principales peligros de las cirugías plásticas es precisamente cuando los cirujanos recurren a técnicas sin importar si la o el paciente son aptos para dichas prácticas quirúrgicas o si estas terminarán por causarle algún daño a su salud.

Por ejemplo, en 2018 la Fiscalía General del Estado clausuró una clínica clandestina en la colonia Huexotitla, luego de que una mujer falleció durante una cirugía para aumentarse la talla del busto, evidenciando que la clínica operaba sin permiso y que el personal no contaba con capacitación.

Lamentablemente en Puebla, ante la falta de ética médica por parte de muchos doctores, no existe un padrón oficial de clínicas o de médicos con reconocimiento para hacer este tipo de cirugías, aunque algunas asociaciones publican su padrón para que puedas consultar qué médicos están certificados.

Por ejemplo, la Asociación Mexicana de Cirugía Plástica, Estética y Reconstructiva, A. C. (http://directorio.cirugiaplastica.mx/public) y el Consejo México de Cirugía Plástica, Estética y Reconstructiva, A. C. (https://cmcper.org.mx/directorio) hacen público su padrón para que la gente pueda conocer médicos con certificación, además puedes introducir el nombre de determinado médico para saber si está certificado.

Por su parte la Comisión Federal de Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris) cuenta con un listado (https://tramiteselectronicos02.cofepris.gob.mx/BuscadorPublicoRegistrosSanitarios/BusquedaRegistroSanitario.aspx) mediante el cual la gente puede verificar que la clínica tenga en orden su registro sanitario.