La erupción de un volcán submarino en el Pacífico sur en enero del 2022 generó el poder equivalente a una bomba nuclear. Una nueva investigación revela que el evento levantó varios kilómetros cúbicos de agua a una altura equivalente a la Estatua de la Libertad.
El volcán causante de estos fenómenos es el Hunga Tonga–Hunga Ha’apai, ubicado en la región insular de Toga. Provocó la expulsión de un gran volumen de agua hacia arriba y posterior desplazamiento cuesta abajo según comentó Mohammad Heidarzadeh, ingeniero civil de la Universidad de Bath en el Reino Unido.
Según la simulación de los expertos, la altura del montículo de agua generada tocó los 90 metros de altura y 12 kilómetros de ancho con alrededor de 6,6 kilómetros cúbicos de agua, lo que significa casi 2.000 millones piscinas olímpicas.
"Este fue un tsunami realmente grande", afirmó Heidarzadeh.
El científico y sus colegas analizaron los datos del evento a unos 1.500 kilómetros del lugar, incluso cerca de Nueva Zelanda, logrando hacer lecturas del golpe de las olas generadas en diferentes lugares y sus dimensiones.
Otro aspecto importante se encuentra en otro grupo de tsunamis que generaron una explosión de vapor al chocar el agua fría del mar y el magma debajo del volcán desencadenando una ola de choque en la atmósfera. La velocidad de las olas llegó a los 300 metros por segundo (1.080 km/h), llegando algunas a las costas del mar Mediterráneo y el océano Índico.
Este tipo de olas rápidas resultó una sorpresa para los especialistas. Los registros históricos de este tema solo recogen un fenómeno similar en 1883 en la explosión del Krakatoa en Indonesia.
De acuerdo con Hermann Fritz, científico de tsunamis en Georgia Tech en Atlanta, los sistemas de alerta de tsunamis podrían mejorarse para tener en cuenta este tipo de olas ultrarrápidas.