El hombre más rico del mundo, Elon Musk, suspendió su programa de inversiones a modo precautorio porque dice estamos al borde una tercera guerra mundial. Podría no estar equivocado, Rusia cortó el suministro de gas a Europa y no piensa reanudarlo de forma inmediata. Estas serán algunas consecuencias.
Ayer se cumplió una semana del cierre del gasoducto Nord Stream 1 que abastece de gas a Alemania. Supuestamente cerró por mantenimiento y reanudaría en esta semana, sin embargo, una serie de contratiempos que parecen excusas están enturbiando el proceso porque coinciden con el anuncio de la Unión Europea de poner precios-tope a los energéticos provenientes de Rusia. Ahora la compañía Gazprom, responsable de la operación del gasoducto está alegando la falta de refacciones para restablecer el servicio; sin embargo, el día de ayer también se confirmó que dejó de suministrar gas a la empresa francesa Engie. Mientras que la compañía francesa señaló que se debió a un desacuerdo de contrato, la empresa rusa publicó que fue por falta de pago del mes de julio.
Europa parece estar en el umbral de su peor episodio desde la segunda guerra mundial. A unos meses de llegar el invierno, temporada de mayor consumo de gas, los contratos a futuros se disparan y la situación se vuelve incierta, pues ninguna empresa está dispuesta a garantizar el abastecimiento, por lo que se dejaron de negociar seguros de suministro lo que ha provocado la caída de las bolsas mundiales. Al mismo tiempo, los gobiernos europeos luchan contra la palabra “racionamiento” que en esta semana ha causado conmoción, burlas y disgusto entre amplios sectores de la población.
Y es que, como se muestra en la gráfica siguiente, Rusia es el productor número dos de gas natural y es el exportador número 5 del mundo. De hecho, el 40% del consumo de gas en promedio que consume Europa proviene de Rusia y de ese casi la mitad se abastece por el Nord Stream 1.
Elaboración propia con datos de Enerdata 2021
Como si faltara algo más en el contexto económico mundial, esta suspensión rusa viene a profundizar el deterioro de las condiciones actuales, por lo que es muy probable que Europa se declare oficialmente en recesión. De hecho, antes del recorte del gas, los datos preliminares de comercio de Estados Unidos están apuntando a una desaceleración más rápida de la economía, situación que compartiría con China y la Unión Europea.
El recorte obliga a muchas empresas a planear paros técnicos con el fin de aprovechar de mejor manera los pocos recursos que cuentan. De igual forma los gobiernos están haciendo un llamado a recortar “voluntariamente” el consumo en los hogares bajo la amenaza que de no lograrse, los recortes de consumo serán obligatorios. Para hacer frente a los altos precios de los energéticos están alistando una serie de paquetes fiscales que presionan la deuda pública, el efecto inmediato lo sufrió el euro que está en su nivel más bajo con respecto al dólar.
Alemania destinará 65 mil millones de dólares para subsidiar a los hogares más pobres; en Reino Unido el apoyo costará más de 100 mil libras esterlinas; en Italia se aprobó un decreto para que los edificios públicos rebajen la calefacción entre uno y tres grados para ahorrar energía. Francia ha impuesto topes de precios a las empresas privadas que suministran energía; mientras que España y Portugal destinarán 16 mil y 2 mil 400 millones de euros respectivamente.
Sin duda, es el pueblo europeo el más afectado con las sanciones impuestas a Rusia, estudios preliminares han previsto un deterioro de la calidad de vida de la clase trabajadora en Alemania de hasta un 30%, esto significaría un aumento súbito del número de pobres en la región más desarrollada del planeta. La misma Alemania, junto con otros países como España, está reactivando sus plantas de electricidad a base de carbón porque será imposible continuar con las del gas para la siguiente semana, esto significaría un retroceso de dos décadas para el avance de las tecnologías limpias.
Pero de forma más profunda, esta nueva crisis está revelando la dependencia de los países desarrollados a partir de un modelo que nunca fue sostenible. Los altos niveles de consumo de los europeos existen a costa de la privación de consumo de los países más pobres; hoy que se revierte la moneda Europa deberá asumir sus propias consecuencias.
Esta emergencia energética podría derivar en las próximas semanas en disturbios y manifestaciones que se prolongarían al menos hasta que finalice el año, crispando el clima de inestabilidad en la zona del euro, no es descabellado pensar en una escalada del conflicto, como lo supone Elon Musk.
También hay que señalar que esta situación pone de manifiesto la importancia estratégica de los energéticos para salvaguardar la soberanía nacional y no como lo supusieron los neoliberales que lo entregaron todo en manos extranjeras. Hoy Europa siembra lo que cosechó, que bueno que en nuestro país echamos a los neoliberales y más nunca volverán.
*Profesor-Investigador Universidad Autónoma del Estado de Quintana Roo
Miembro del Sistema Nacional de Investigadores
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