Los perros constantemente escuchan a los humanos hablar y la mayoría del tiempo nos dirigimos a ellos a través de las palabras, en muchos casos, estos animales parecen prestar atención con el objetivo de descifrar lo que tratamos de decirles, pero ¿realmente entienden nuestro idioma?
Diversos estudios han demostrado que los canes son capaces de distinguir el tono, duración y volumen de las palabras, además, reconocen perfectamente la “musicalidad” de lo que les decimos, esto quiere decir que si les hablamos con palabras amables, pero en tono de recriminación, actuarán como si los reprendiéramos, y si los reñimos con un tono amable, lo asociarán con algo positivo.
También se ha comprobado que los perros pueden entender el significado de algunas palabras, como “ir a pasear” o “dar un premio”, incluso, se han registrado casos de canes entrenados que han aprendido el nombre de más de 40 objetos.
Por otro lado, estos animales son capaces de reconocer el sentimiento con el que les decimos las cosas, por lo que identifican si hay miedo, enfado o alegría, además, pueden identificar la familiaridad de quien les habla.
Los perros distinguen entre el idioma que escuchan en casa y otros (español vs inglés). Eso sí, a diferencia de los niños, los perros muestran mayor interés por el idioma que no conocen; también ocurre cuando observan caras (paper) https://t.co/Tbbx0Y3pan por @avmalli pic.twitter.com/miK1usJihv
— Tay (@BioTay) September 7, 2022
Laura V. Cuaya, sicóloga e investigadora especialista en el área de cognición, se preguntó si los perros eran capaces de percibir los patrones acústicos que conforman un idioma y distinguir entre sonidos de un lenguaje y otros no lingüísticos, pero que suenan similar, tal como lo hacen los bebés antes de aprender a hablar.
Para averiguarlo, llevó a cabo un experimento con 18 perros de diferentes razas, que escucharon grabaciones en idioma húngaro y español del capítulo XXI de “El Principito” de Antoine de Saint-Exupéry. Dos canes conocían el español porque era el idioma en el que les hablaba su familia, mientras que el resto interactuaban constantemente con el húngaro y desconocían el español.
También se usaron grabaciones que contenían patrones similares a un idioma, pero distorsionados y se tomaron imágenes de resonancia de las partes activadas en el cerebro de los canes al escuchar los audios.
Los resultados mostraron que se activaban zonas diferentes del córtex al escuchar un idioma familiar o uno desconocido, lo mismo ocurría con los sonidos distorsionados. Esto refleja que los perros pueden extraer algunos patrones auditivos que conforman un “lenguaje conocido”, esto quiere decir que, aunque no puedan hablarlo, sí lo reconocen perfectamente.
Perros que no entienden húngaro o cómo probar que pueden distinguir idiomas https://t.co/mvZhj6dQse
— Carlos Giménez (@culturalanacion) February 25, 2022
"Hasta la fecha no ha habido pruebas de que los cerebros de los perros puedan discriminar el habla de los estímulos no verbales. Además, aunque los perros, al igual que los humanos, suelen estar sobreexpuestos a un idioma concreto, no se ha explorado, ni desde el punto de vista conductual ni neural, si son capaces de extraer del habla regularidades auditivas específicas del idioma y distinguir un idioma conocido de uno desconocido", dice el estudio.
Por otro lado, el estudio comprobó que los perros con cabeza más larga mostraron una sensibilidad auditiva superior al escuchar la voz humana, lo que indica que diversas razas, por sus diferentes anatomías craneales, podrían procesar de manera diferente las señales auditivas humanas.
Los canes de mayor edad mostraron una representación más pronunciada del lenguaje, debido a que han tenido más tiempo para escucharlo y reconocerlo. Este estudio confirma que estos animales no se limitan a reconocer palabras aprendidas como “comandos”, pues tratan de comprendernos al máximo.
