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La jueza María Eugenia Capuchetti considera la hipótesis de un ataque planificado a la vicepresidenta argentina, Cristina Fernández, luego de tomarle declaración al autor material de la intentona del jueves pasado, Fernando Sabag Montiel, y su novia, Brenda Uliarte, detenida el domingo en esta capital, según trascendió en varios medios locales.
Uliarte declaró ante la jueza y el fiscal, Carlos Rívolo, el martes por la noche y en su testimonial se despegó del intento de asesinato a la exmandataria (2007-2015) aunque no negó haber merodeado la zona en el mismo momento del ataque.
Asimismo, calificó como "un hecho aberrante" el intento de magnicidio y que no conocía los planes de su pareja.
Más temprano el martes se difundieron fotografías de mayo de los celulares de los imputados en los que se ve a Sabag Montiel y Uliarte enfundando el arma marca Bersa secuestrada en el lugar del hecho.
Las cámaras de seguridad de las inmediaciones de Juncal y Uriburu, donde vive la vicepresidenta, también arrojaron que la joven de 23 años merodeó la zona desde días previos al ataque, supuestamente vendiendo copos de algodón de azúcar.
Ella, su novio y seis amigos de la pareja a los que también se les tomó declaración indagatoria y se les secuestraron sus teléfonos fueron apodados por los funcionarios de los tribunales federales de Comodoro Py como "la banda del copito", en alusión al oficio que los une.
Ninguno de los amigos, sin embargo, estuvo en el barrio de la Recoleta el día del ataque, aunque uno de ellos manifestó que Uliarte tenía comentarios despectivos hacia la vicepresidenta.
Asimismo, la pareja acusada recibió una nueva imputación: la falsificación de dos certificados de discapacidad de la municipalidad de Quilmes que se encontraron en su casa durante el allanamiento.
Ambos seguirán detenidos en dependencias de la Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA).
