El asalto ocurrido el pasado lunes en un bachillerato del municipio de Nopalucan conmocionó a propios y extraños, pero ¿por qué las escuelas se han convertido en un objeto del deseo para los delincuentes?
El caso del bachiller en Nopalucan destaca debido a que el robo se cometió a plena luz del día y con los alumnos en clases, por lo que los jóvenes fueron encañonados por los delincuentes y despojados de sus teléfonos celulares.
Además de los celulares de profesores y alumnos, los delincuentes robaron equipo de cómputo de la institución y de los profesores. Es precisamente el equipo de cómputo uno de los principales objetivos en los robos a escuelas.
Pero los robos en escuelas con alumnos presentes ya se han registrado antes; el caso más reciente se remonta a marzo de 2020, cuando un grupo de aproximadamente ocho sujetos irrumpió en el bachillerato Gabino Barreda, en la colonia Adolfo López Mateos de la ciudad de Puebla.
En el lugar, los delincuentes amagaron a directivos y estudiantes, a quienes les robaron celulares y dinero, pero ante la intervención de los elementos de la Policía Municipal de Puebla se logró la detención de tres de los ocho implicados.
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Otro caso de esta índole ocurrió en abril de 2018, cuando maleantes entraron a una escuela de Tehuacán, ubicada en la colonia Aquiles Serdán, donde robaron dinero del área administrativa y teléfonos celulares de los alumnos, a quienes amagaron con armas de fuego.
En ese robo una mujer del área administrativa resultó lesionada, mientras que los alumnos de la Unidad Escolar Galileo Galilei sufrieron crisis nerviosa tras el atraco.
Otros casos más comunes son los que se cometen durante la noche o madrugada, cuando delincuentes aprovechan para robar equipo de cómputo, material didáctico o mobiliario, causando verdaderas pérdidas a las instituciones educativas.
En este rubro destaca un robo millonario que se cometió en octubre de 2020 en la Universidad Intercultural del Estado de Puebla, en el municipio de Huehuetla.
El robo lo cometieron más de cinco sujetos que por la noche y aprovechando la pandemia ingresaron para robar cables de la instalación de fibra óptica, computadoras y demás equipo electrónico que, en conjunto, estaban valuados en más de 1 millón de pesos.
