La enfermedad cardiovascular es la principal causa de mortalidad mundial, según la Organización Mundial de la Salud. A raíz de lo anterior, un equipo de científicos de Singapur investigó cómo los estrechos rangos de temperatura de un clima frío podrían provocar infartos. Asimismo, los investigadores aseguran que sus hallazgos, publicados en la revista Science of the Total Environment , podrían tener implicaciones en las políticas de salud para las poblaciones dentro de las ciudades cosmopolitas.
"Usando 10 años de datos recopilados a nivel nacional, encontramos evidencia sólida de que una caída de 1°C en la temperatura ambiente aumenta el riesgo de que las personas sufran infartos". Asimismo, señaló el profesor Marcus Ong, las personas de 65 años o más parecían ser aproximadamente un 20 por ciento más vulnerables a las temperaturas frías en comparación con las personas jóvenes
Igualmente, la investigación se realizó en colaboración con la Agencia Nacional de Medio Ambiente de Singapur (NEA), y analizó los registros diarios de pacientes del registro de infartos de miocardio en Singapur. Los investigadores buscaron específicamente a personas que experimentaran un infarto de miocardio sin elevación del segmento ST (NSTEMI). Dicho tipo de ataque cardíaco agudo ocurre cuando un vaso sanguíneo que alimenta el corazón se bloquea parcialmente.
Con ello, las temperaturas ambientales se asociaron de forma independiente con un mayor riesgo de NSTEMI hasta 10 días después de una caída de temperatura. Además, no hubo diferencias de género relacionadas con los efectos de temperaturas más cálidas o más frías en el riesgo de NSTEMI. A raíz de lo anterior, los cambios en las precipitaciones tampoco se asociaron con un mayor riesgo de infartos.
"Nuestro estudio encontró que incluso en una parte relativamente cálida del mundo, las temperaturas ambientales más frías aumentaban el riesgo de infartos", señaló el Dr. Andrew Ho. Así entonces comentó, podría mejorar la comprensión de que las desviaciones de la temperatura a la que uno está acostumbrado pueden provocar estrés corporal dañino.
Pese a ello, el estudio menciona que existen diversos factores de riesgo a nivel individual para las enfermedades cardiovasculares, pero ninguno tiene tanta experiencia como los patrones climáticos. Por lo tanto, las variaciones climáticas diarias, como el frío, tienen la capacidad de desencadenar infartos afectando a la población adulta. Ante tal escenario, en el contexto del cambio climático, la investigación encontró hallazgos que resaltan un factor de riesgo de gran preocupación para la salud pública.