De acuerdo con un comunicado de la Universidad de Massachusetts Amherst, un profesor de dicha institución utilizará una subvención de 428 mil dólares brindados por Institutos Nacionales de Salud (NIH). Esto a partir de aprobar y desarrollar dispositivos de salud móviles usados por niños y padres para rastrear a sus hijos. Ello es producto de predecir y analizar si los berrinches en la infancia son síntomas de enfermedades mentales.
"Esperamos utilizar el poder de la salud móvil y la tecnología portátil para brindarles a los padres información realmente crítica, antes, sobre el nivel de riesgo de su hijo de sufrir enfermedades mentales. Que podrían cambiar la toma de decisiones de los padres y cambiar el enfoque de su pediatra u otros proveedores", señaló Adam Grabell , profesor asistente de ciencias psicológicas y del cerebro.
Asimismo, los expertos en computación Grabell Jeremy Gummeson , profesor asistente de ingeniería eléctrica e informática; y Tauhidur Rahman llevaron a cabo un estudio piloto con un media docena de familias. Así pues, el equipo utilizó una impresora 3D para crear pulseras que contenían un acelerómetro, las cuales eran manipuladas por una aplicación de seguimiento de reloj inteligente. Igualmente, utilizaron etiquetas de detección que se adhieren a la ropa para medir el ritmo cardíaco, la respiración y el sueño de los niños de 3 a 5 años. Así, la investigación fue financiada por el Instituto UMass Amherst para Ciencias de la Vida Aplicadas para detectar a tiempo síntomas de enfermedades mentales durante la infancia.
"Los padres son una gran fuente de datos para el problema que estamos tratando de abordar, los berrinches no ocurren en el vacío. Los padres tienen conflictos con sus hijos, sus emociones están sincronizadas y pueden estimularse o calmarse mutuamente", mencionó Grabell. Por ende, enfatizó que los dispositivos de salud móvil podrían utilizarse durante períodos prolongados e informar al instante a los padres sobre síntomas que presenten sus hijos.
Frente a tal situación, los académicos ampliarán la investigación reclutando a 60 pares de padres e hijos en edad preescolar. Así entonces, la mitad de los niños participantes deberán tener irritabilidad clínicamente significativa. Ello, para crear un sistema automatizado en el hogar que podrá distinguir naturalmente los berrinches en la infancia producidos por psicopatología, los cuales podrían desarrollar síntomas de enfermedades mentales. "Nuestras hipótesis central es que al momento del berrinche, las características bioconductuales en el niño y el padre identificarán el riesgo de trastorno mental y la fase precursora de los berrinches", esbozaron los objetivos del estudio.
Por lo anterior, el investigador Grabell concluyó, espera que el estudio conduzca a grandes avances en el diagnóstico temprano de enfermedades mentales. Y que, cuanto antes se pueda determinar la condición mental de un niño durante la infancia, mejor será el resultado potencial. "Para aquellos niños que están en la categoría de alto riesgo, están perdiendo un tiempo valioso, podrían haber iniciado una intervención para tratar de mejorar sus habilidades de regulación emocional", criticó el investigador.