Las fuertes lluvias y catastróficas inundaciones en Pakistán dejaron unas 300.000 viviendas destruidas y otras más de 650.000 dañadas, comunicó este viernes el portavoz de la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur), Matthew Saltmarsh.
"Cerca de 300.000 casas han quedado completamente destruidas y más de 650.000 han resultado dañadas por las lluvias y las inundaciones. Los medios de vida han sido diezmados ya que los cultivos han sido devastados (dos millones de acres se han visto afectados negativamente) y alrededor de 735.000 cabezas de ganado han perecido", dijo Saltmarsh en una rueda de prensa.
Según el vocero, los empleados de Acnur en Pakistán informan de que la escala de devastación a la cual se enfrentan las personas "es inimaginable".
"Unas 33 millones de personas se han visto afectadas por las torrenciales lluvias monzónicas que duraron semanas, y las inundaciones en vastas áreas han matado a más de 1.100 personas, herido a casi 1.600 y provocado una devastación que no se había visto en décadas", enfatizó.
El representante aseguró que Acnur está movilizando recursos y personal para aumentar su asistencia en Pakistán con el propósito de "apoyar a las comunidades locales y a los refugiados en las áreas devastadas por las catastróficas inundaciones".
"Planeamos ayudar a unos 50.000 hogares en las áreas más afectadas con más de un millón de artículos de socorro", destacó.
Según la Autoridad Nacional de Gestión de Desastres de Pakistán, desde el 14 junio las torrenciales lluvias e inundaciones causaron al menos 1.061 muertos y más de 1.500 heridos.
Además, dañaron 3.457 kilómetros de red vial, provocaron el derrumbe de 157 puentes y mataron a más de 800.000 cabezas de ganado.
La semana pasada, las autoridades de Pakistán declararon el estado de emergencia y pidieron ayuda internacional pues en los últimos 30 años, el país tuvo una cifra media de precipitaciones de 134 milímetros, pero este año registró 388,7 milímetros.