Basura electrónica, creciente problema con pocas alternativas para su combate

En los próximos días saldrán al mercado los nuevos teléfonos celulares de las marcas Apple y Samsung, por lo cual, muchas personas renovarán sus móviles y dejarán de lado sus antiguos dispositivos.

Aunque algunas empresas de telefonía ofrecen recibir tus viejos equipos y usarlos en un esquema de crédito o tomarlos a cuenta de tu nueva adquisición, lo cierto es que muchos terminarán en un cajón o en una venta de segunda mano.

Pero ¿qué ocurre con los teléfonos cuando ya han cumplido su ciclo de vida útil?, pues pasan a formar parte de los miles de toneladas de basura electrónica que se generan todos los días y donde Puebla no es la excepción.

Este tipo de deshechos no pueden ser catalogado dentro de las categorías básicas como orgánica o inorgánica, por lo que es necesario darle un procesamiento especial y, a pesar de que cada vez es más común, hay pocas alternativas para su correcto reciclaje.

La basura electrónica corresponde a aquellos desechos conformados por dispositivos electrónicos o digitales, como pueden ser los teléfonos celulares, tabletas, computadoras, televisiones, refrigeradores, hornos de microondas, entre otros.

Esta basura es considerada delicada debido a que contienen muchas piezas de diferente naturaleza que requieren un tratamiento especial para su reciclaje, pues además provocan severos daños al medio ambiente si se les deja expuestas al aire libre.

Aunque en muchos países este ya se ha convertido en un problema que está siendo atendido por las mismas empresas públicas de tratamiento de residuos, en el caso de México dependemos más de campañas especiales o empresas particulares.

En el caso específico de Puebla, la situación se dificulta, pues hay muy pocos lugares donde se puedan reciclar este tipo de deshechos, siendo el más destacado el que tiene la organización Recicla Electrónica.

Esta empresa lleva a cabo, constantemente, campañas tanto en la capital como en municipios ubicados al interior del estado, donde facilitan a las personas deshacerse de aquellos artículos electrónicos o de tecnología que ya no utilizan.

Este tipo de empresas se encargan del desmantelamiento de los equipos electrónicos para poder reciclar piezas de forma independiente y amigable para el medio ambiente.

Uno de los componentes más delicados y tóxicos resultan ser las baterías que utilizan los teléfonos celulares, así como las pilas alcalinas y otros equipos que se alimentan de unidades de energía portátil.

Si hacemos un análisis, la mayoría de los productos tecnológicos están hechos de plástico, pero no pueden ser reciclados si en su interior llevan piezas de vidrio, aluminio u otro metal distinto.

Por ello la importancia de que cada vez haya más empresas interesadas en este tipo de reciclaje, pero sobre todo que exista la posibilidad de hacerlo desde los gobiernos municipales y estatales de manera frecuente y sistemática, no solamente a través de campañas especiales.