Los restos de la especie de dinosaurio más antigua jamás descubierta en África y una de las especies de dinosaurios más antiguas que han pisado la Tierra fueron encontrados en Zimbabue. El hallazgo arroja nueva luz sobre una de las cuestiones más fundamentales de la paleontología del Triásico.
Se trata de Mbiresaurus raathi, un dinosaurio de 230 millones de años cuyos vecinos vivían en Brasil. Los paleontólogos desenterraron un esqueleto casi completo del espécimen en la formación Pebbly Arkose en el norte del país africano. Tenía unos dos metros de longitud y 0,5 metros de altura en la cadera.
El espécimen reside ahora en el Museo de Historia Natural de Zimbabue, en Bulawayo, donde inspirará a generaciones de paleontólogos.
Mbiresaurus raathi vivió a finales del Triásico (hace entre 252 y 201 millones de años) a lo largo de las orillas de un antiguo río que se convertiría en Zimbabue. Era un ecosistema rico, lleno de diferentes animales, según los descubrimientos de los paleontólogos.
Lo interesante es que el conjunto de los restos excavados en Zimbabue refleja casi exactamente los fósiles que los paleontólogos podrían esperar encontrar a un océano de distancia, en la Patagonia o en Brasil.
Un misterio de Pangea
El descubrimiento arroja nueva luz sobre la evolución de los dinosaurios y sobre uno de los misterios más fundamentales de la paleontología del Triásico: ¿por qué los dinosaurios solo vivían en algunas partes del antiguo supercontinente?
Durante el período Triásico, todos los continentes de la Tierra estaban unidos en una gigantesca masa de tierra conocida como Pangea. Debido a esta antigua proximidad, muchas regiones que ahora están separadas por océanos enteros —como las costas de Sudamérica y África— compartieron en su día flora y fauna.
Por lo tanto, Mbiresaurus raathi se parece mucho a otros sauropodomorfos del Triásico tardío encontrados en Brasil y la India.
Sigue siendo un misterio por qué ciertas especies de animales fueron desplazadas a ciertas regiones de Pangea durante aquella época. Sin embargo, yacimientos como la formación Pebbly Arkose ofrecen pistas sobre este rompecabezas milenario, aseguran los paleontólogos.
Basándose en investigaciones anteriores, los investigadores propusieron que los distintos patrones climáticos mantuvieron a los animales del Triásico en su lugar, en vez de las fronteras físicas como los océanos. Los dinosaurios estrechamente relacionados encontrados en América del Sur, África y la India indican que animales similares vagaban libremente por esta franja de latitud concreta, pero no fuera de ella, probablemente debido a barreras climáticas como el calor extremo o la sequía.
Probablemente, los dinosaurios no se dispersaron a otras partes de Pangea hasta que estas barreras climáticas se relajaron. Sin embargo, el equipo sugiere que los terrenos de otros grandes grupos de animales que tienen sus raíces en el Triásico, como los mamíferos, las tortugas, los anfibios y los reptiles, siguen estando influenciados hoy en día por la forma en que estas bandas climáticas afectaron a los ancestros de estos grupos.