Lo escribí hace unos meses y lo repito.
La pelea por la gubernatura de Puebla tiene dos nombres: Eduardo Rivera Pérez y Alejandro Armenta Mier. Dijera mi señora madre, en esta vida todo se acomoda… y más en el sucio escenario que es la política.
No se debe minimizar la elección de Armenta Mier como presidente del Senado. Ya está en el aparador. Es como el artículo de una tienda departamental que permanecía en bodegas y hoy está en frente de la entrada de la tienda, donde todos lo ven.
Dicho sea de paso, Armenta Mier está jugando con fuego, pues no será fácil unir las voces de las dos tribus principales que coexisten en MORENA, encabezadas por López Obrador y Ricardo Monreal.
Pero Armenta ya está ahí, como el boxeador que ha ganado infinidad de peleas de exhibición y está a nada de ser subido al ring para pelear por un campeonato. Aunque, aguas, su rival para nada es un improvisado y en cualquier descuido le aplica un nocaut antes de siquiera empezar la pelea.
Sea como sea o “haiga” sido como “haiga” sido (Calderón dixit), Alejandro Armenta dio un gran paso y esto seguro enfurece a Nachito Mier, que ahora no solo debe preocuparse por las denuncias en su contra por actos anticipados de campaña, sino que debe pensar en cómo no perder la candidatura ante el senador Armenta.
Todo se acomoda y en 2024 tendremos como contrincantes principales a Eduardo Rivera Pérez y Alejandro Armenta Mier, de mí se acuerda, amable lector.
Lucrar con la desgracia como forma de “periodismo”
Esta semana ocurrió un hecho lamentable en Puebla capital con la caída de un árbol en pleno centro histórico, que terminó con la vida de un menor de edad y de su madre, pues cayó justo en su puesto de periódicos.
Una tragedia, sin duda.
Pero a veces el “periodismo” poblano es tan bajo, tan ruin, tan poco empático, tan asqueroso, que un hecho lamentable como este es usado de carne de cañón para atacar políticamente al gobernante en turno.
Hay un medio, que me da tanta “hueva” decir su nombre por el periodismo tan bajo que practica, que ha usado este hecho para pegarle a Eduardo Rivera Pérez, políticamente hablando.
Es decir y perdonen la palabra, les vale madre el dolor de una familia, ellos lo que quieren es sangre política para vender su pasquín recién creado.
Hay un lugar en el infierno para ustedes, compañeros.