Un estudio elaborado por la Universidad de Liverpool John Moores ha confirmado que los cambios en la actividad del sistema nervioso simpático (SNS) y parasimpático (SNP) pueden influir en la percepción individual del tiempo.
A través de un experimento en el que participaron 67 voluntarios, los científicos demostraron que cuando aumentaba la actividad del sistema nervioso simpático, es decir, cuando se aceleraban los latidos del corazón, las personas sentían que el tiempo pasaba más rápido.
Los voluntarios utilizaron sensores para capturar electrocardiografía, actividad electrodérmica y el movimiento durante un día normal de frecuencia cardíaca mientras anotaban qué tan rápido o lento pensaban que habían pasado los últimos 60 minutos.
Por otro lado, también se observaron cambios en la conductividad eléctrica de la piel, que fue afectada por la actividad de las glándulas sudoríparas. Los resultados mostraron que cuando alguien experimentaba un aumento importante en el ritmo cardíaco o en la conductancia de la piel, tenía la sensación de que el tiempo había pasado 10 % más rápido.
"Los resultados muestran, por primera vez, que los aumentos en la actividad del SNS pueden acelerar significativamente nuestra experiencia subjetiva del tiempo: estar excitado realmente hace que el tiempo pase más rápido", explicó Ruth Ogden, autora principal del estudio.