El costo de la construcción de la refinería del puerto petrolero Dos Bocas, en el sureste de México, se incrementó entre 2.000 y 4.000 millones de dólares, por la adquisición de equipos y un gasoducto que conectará con la planta, dijo este martes el presidente Andrés Manuel López Obrador.
El incremento es de "como dos o cuatro mil millones de dólares más, porque no se contempló todo, de todas maneras salió más barato que lo que estimaron cobrar las empresas extranjeras", dijo el jefe del Ejecutivo en Palacio Nacional.
El mandatario descartó las críticas de organismos civiles de transparencia y empresariales sobre el incremento al presupuesto original, presentado por la compañía estatal Petróleos Mexicanos (Pemex).
"Estamos tranquilos porque nadie hizo negocio para provecho personal en la construcción de la refinería. No hay corrupción, no es el tiempo de antes", dijo el mandatario a periodistas.
El gobernante dijo que si la obra la hubiera construido una firma extranjera, y no la estatal Pemex, el costo sería mayor.
"Vamos a informar sobre el costo de la refinería y de este presupuesto adicional, que implica tener otros equipos que no se contemplaron en el costo inicial", explicó López Obrador.
La primera fase de la construcción fue inaugurada en julio pasado, sin embargo las obras continúan antes de que comience a procesar su capacidad de 340.000 barriles diarios de petróleo crudo previstos.
"Lo que sucede es que no estaba incluido el gasoducto y eso se incluyó y se ha aclarado perfectamente", dijo el mandatario.
El periódico El Universal publicó este martes que la nueva refinería tendrá un costo total de 20.089 millones de dólares, que sería más del doble de los 8.918 millones de dólares estimados en el proyecto original.
Los costos de las plantas refinadoras que integran el complejo aumentaron más de 1.825 millones de dólares en "obras asociadas"; además de 782 millones de dólares para plantas de cogeneración, y de 853 millones de dólares más para el arranque, según el reporte basado en un informe del consejo de administración de Pemex.
El país latinoamericano cuenta con seis plantas refinadoras de crudo en operación en todo el país, y con la séptima que comenzará a funcionar en Dos Bocas, en costas del Golfo de México, Pemex espera procesar toda la producción nacional de crudo -que ronda los 1,7 millones de barriles diarios- y dejar de importar gasolinas, sobre todo procedentes de EEUU.