Reventa de boletos para conciertos, un cuento de nunca acabar

Reventa de boletos para conciertos, un cuento de nunca acabar

Foto: Twitter

México tiene infinidad de malas costumbres en su sociedad que terminan por perjudicar a muchas personas. La idiosincrasia de los mexicanos desafortunadamente tiende a la ilegalidad, que con el paso del tiempo se ha convertido en una práctica normal y hasta aplaudida por algunos.

 

Uno de los tantos males que se tienen en México es la reventa, ya sea de espectáculos musicales o deportivos, lo que parece estar avalado y sobre todo solapado por las grandes empresas de espectáculos que dominan el mercado de conciertos, encuentros deportivos y otros eventos que llaman la atención de la sociedad.

 

Esta semana, la supuesta influencer Miroslava Valdovinos, mejor conocida como @CigarrosDeMiel, se puso en el ojo del huracán al presumir una enorme cantidad de boletos del Corona Capital que tenía en su poder, entradas que sin pudor alguno informó que estaría vendiendo.

 

 

Miroslava destacó que había ya vendido 108 boletos de este evento musical, con precios exagerados que iban de los 3,690 a los 9,800 pesos, lo que provocó que seguidores e internautas la calificaran como una revendedora que estaba lucrando con un evento al que la sociedad desea asistir.

 

Al ver el problema que había generado, Miroslava prefirió cerrar sus redes sociales, no sin antes asegurar que Ticketmaster le entregó esos boletos para tours y no para revenderlos, algo que la empresa negó y se deslindó totalmente de esta supuesta influencer.

 

 

Lo anterior es solo una pequeña muestra de lo que “normalmente” sucede en los espectáculos de este tipo, donde las preventas bancarias resultan ya inservibles, pues de manera por demás curiosa, los boletos para este tipo de shows se terminan en cuestión de minutos y luego aparecen en manos de revendedores.

 

Sin consecuencias se da este acto ilegal en México, que incluso ha evolucionado y ahora se maneja de manera tecnológica, dejando de lado a los clásicos revendedores que ofrecían boletos a las afueras de los recintos, muchos de estos falsos.

 

Hoy en día, las redes sociales como Facebook sirven de escenario para que los revendedores hagan su agosto bajo la complacencia de las empresas de espectáculos, ofertando una gran cantidad de boletos al doble o hasta triple de su costo original, dependiendo de la magnitud del evento.

 

Entre los grandes riesgos que corren las personas que deciden comprar con un revendedor es que les entreguen boletos falsos o incluso códigos que son revendidos hasta en cinco ocasiones, provocando que solo el primero que llegue al evento entre con este código, mientras que el resto no solo pierde su tiempo, sino una fuerte cantidad de dinero.

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