Ángel, de 36 años, murió en un hospital de la ciudad de Puebla donde era atendido por las quemaduras que sufrió derivado de la explosión de una toma clandestina en una bodega ubicada atrás de la empresa Volkswagen, en Cuautlancingo.
De acuerdo con fuentes cercanas al caso, el ahora occiso tenía quemaduras en el 70 por ciento del cuerpo por lo que su estado de salud era delicado y estaba en terapia intensiva del Hospital de Traumatología y Ortopedia.
Por ese motivo, durante la mañana de este jueves el personal médico de la Secretaría de Salud informó sobre la muerte de Ángel a elementos de la Fiscalía General del Estado, quienes acudieron para llevar a cabo las diligencias de levantamiento de cadáver.
Ángel fue uno de los cinco lesionados que dejó la explosión de una toma clandestina de gas LP que se encontró el pasado lunes en una bodega ubicada atrás de la planta Volkswagen, en San Lorenzo Almecatla.
En el sitio, se presume que los lesionados estaban ordeñando la toma clandestina y llenando contenedores con dicho combustible, cuando un error humano provocó un estallido que los quemó y daño vehículos que ahí se encontraban.
Los heridos se trasladaron por sus propios medios a un hospital y hasta el momento no hay personas detenidas por este hecho.
