De cara al proceso electoral 2024, las miradas de la sociedad se han centrado en dos partidos que podrían estar en la antesala de la desaparición por el bajo porcentaje de votos que han obtenido en los últimos años, nos referimos al Partido Revolucionario Institucional (PRI) y al Partido de la Revolución Democrática (PRD).
El Revolucionario Institucional se presenta como una muy débil tercera fuerza política y en algunos estados está rebasado en esta posición por otros partidos, mientras que el Sol Azteca a duras penas logró el 3 % de los votos totales en 2021, lo que evitó su extinción.
Sin embargo, hay un partido que también está en riesgo de caer en el inframundo de la desaparición, pese a que por mucho tiempo han echado las campanas al vuelo por los escaños obtenidos y este es ni más ni menos que el Partido Verde Ecologista de México (PVEM).
Si bien es cierto que el PVEM ha logrado colocar más diputados, federales y locales, así como senadores, alcaldes y gobernadores, estos en su mayoría son producto de una alianza con partidos fuertes, como MORENA, y en muchas ocasiones ni siquiera son militantes del Verde, tal como demuestran los números.
Tan solo en Puebla, el promedio de votación total que tuvo en solitario el Verde Ecologista en 2021 fue del 5.25 %, apenas rebasando la frontera de la desaparición, pero demostrando que este micropartido no tiene el capital político para competir en un proceso electoral.
Estos mismos números se pueden ver en el orden federal, pues al Verde Ecologista lo salvó su alianza con MORENA, ya que, en el plano individual, este instituto político apenas rebasó el 5 % de la votación total, quedando cerca de los partidos que perdieron su registro.
A esto se debe sumar que en solitario el Verde ha venido a la baja en los últimos años, pues del 6.91 % que ostentaba en 2015, llegó al 5.45 % en 2021, lo que deja ver una crisis que ningún militante y dirigente de este partido quiere aceptar.
Si la tendencia se mantiene ni siquiera una eventual alianza con MORENA podría salvar al Verde Ecologista, pues aunque es probable que en 2024 no desaparezca, estará a nada de perder el registro en el siguiente proceso electoral.