Un estudio publicado por la revista Journal of Neuroscience ha revelado que la visión y el sentido del olfato están conectados en el cerebro de los perros, algo que no ha sido visto en ninguna otra especie.
"Lo más interesante de esta investigación son las conexiones desde la nariz hasta el lóbulo occipital, que alberga el córtex visual", explicó Philippa Johnson, profesora asociada de la Facultad de Veterinaria de la Universidad de Cornell y autora principal del estudio.
Este descubrimiento fue hecho tras estudiar las resonancias magnéticas de los cerebros de 23 perros que mostraron conexiones neurológicas entre el bulbo olfativo, donde se reconocen los olores, y el lóbulo occipital, donde se procesa la visión, lo que sugiere que ambos sentidos están integrados de alguna manera.
"El olor contribuye a la corteza visual en los perros, pero la experiencia de un perro es difícil de conocer", explica el estudio. "Creemos que pueden utilizar el olor para saber dónde están las cosas", agrega.
Investigadores obtienen la primera evidencia de que el sentido del olfato de los perros está integrado con su visión y otras partes únicas del cerebro, lo que arroja nueva luz sobre cómo los peludos navegan por el mundo. https://t.co/m2FF5qZALY ????: https://t.co/XXhic0oRdG pic.twitter.com/9yrCYtUK18
— Enrique Coperías (@CienciaDelCope) July 24, 2022
Los científicos explican que cuando los humanos entran a una habitación, usan principalmente el sentido de la vista para saber quién está ahí o la forma en la que están colocados los muebles, mientras que los perros integran el olor en su interpretación del entrono y su orientación en él.
"Uno de los oftalmólogos del hospital de aquí dice que los dueños traen regularmente a sus perros y, cuando les hace la prueba de la vista, están completamente ciegos, pero los dueños no le creen, literalmente", señaló Johnson. "Los perros ciegos actúan con total normalidad. Pueden jugar a la pelota y orientarse en su entorno y no chocan con las cosas", agregó.
Tras este descubrimiento, los científicos quieren ampliar su estudio para examinar el cerebro de otros animales, como los caballos o los gatos, que dependen en gran medida del olfato. "La cabeza de un caballo es predominantemente un órgano nasal, pero utilizan el olor de forma diferente a los perros, porque son animales de presa y lo utilizan para alertarse. Así que será interesante ver cómo se integran sus sistemas nasales en su cerebro", indica el estudio.
"Ya tenemos indicios de que la visión de los perros no es tan aguda y compleja como la humana. Sin embargo, ahora sabemos que el olfato forma parte de su procesamiento visual, por lo que los perros podrían tener una experiencia del mundo completamente diferente a la nuestra", concluyó la autora.