Volvió a subir la Coca-Cola, ¿dejarás de comprarla?

Volvió a subir la Coca-Cola, ¿dejarás de comprarla?

Foto: Enfoque

Entre junio y agosto los productos de Coca-Cola han aumentado 2 pesos su precio consecuencia de la inflación y el aumento en la materia prima, pero parece que ni los costos ni los problemas de salud son suficientes para que la gente deje de comprarlos.

 

Para darnos una idea de la importancia que tiene Coca-Cola en México, un análisis de la empresa Statista revela que es la bebida más comprada en el país con un acumulado de 64.8 % del total de las ventas de refrescos de cola.

 

Además, su producto insignia representa el 72.8 % de las ventas de la marca, por encima de sabores como Sprite, Fresca, Fanta, Sidral Mundet, jugos Del Valle, Powerade, agua Ciel, Topochico, Fuze Tea, Ades, Monster, entre otros.

 

 

El nuevo aumento será igual al de junio pasado, de 1 peso, y aplicará a todos los refrescos, jugos, agua mineral y bebidas energéticas de la familia Coca-Cola, por lo que sus precios serán los siguientes:

 

Coca Cola de 600 ml PET: de 15 a 16 pesos.

Coca Cola de 1 litro PET: de 22 a 23 pesos.

Coca Cola de 355 ml LATA: de 15 a 16 pesos.

Coca Cola de 3 litros PET: de 44 a 45 pesos.

Refrescos de sabores de 600 ml PET: de 14 a 15 pesos.

Refrescos de sabores de 355 ml LATA: 14 a 15 pesos.

 

La empresa, que entre sus subsidiarias en México tiene a Femsa, informó que el aumento en el costo de las materias primas y el resto de la cadena de suministro, los ha obligado a llevar a cabo el ajuste en sus precios.

 

Ante esto surge nuevamente la duda sobre si este aumento será suficiente para que la gente deje de comprar las bebidas, tomando en cuenta lo dañinas que son para la salud debido a su alta concentración de azúcar.

 

Según cifras del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), hasta el 2020 el promedio nacional de consumo de refresco al día por persona es de 1.9 litros, pero en el caso de Puebla es de 2 litros, o sea, superior a lo que se toma en el resto del país.

 

El mismo estudio del Inegi muestra que la compra de bebidas azucaradas no ha sufrido ninguna disminución, todo lo contrario, pues el promedio de consumo ha aumentado, según las cifras quinquenales del instituto estadístico.

 

Desde enero de 2014, en México los consumidores pagan 1 peso de impuesto por cada litro de bebida azucarada, una medida que pretendía reducir el consumo, aunque lamentablemente no lo logró.

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