Investigadores identificaron por medio de una revisión sistemática de 301 artículos académicos cómo la naturaleza está vinculada y afecta significativamente el bienestar humano. La investigación tiene como propósito comprender mejor las atribuciones de la naturaleza, pues surgen a partir de la recreación y experiencias sociales.
Lam Huynh, estudiante graduado del Programa de Posgrado en Ciencias de la Sostenibilidad de la Universidad de Tokio, junto con su equipo, realizó una verificación sistemática de 301 artículos académicos. Posteriormente, identificaron 227 vínculos únicos entre un solo servicio ecosistémico cultural (CES) y un componente único del bienestar humano. Finalmente, hicieron otra lectura crítica y lograron identificar los principales puntos en común.
Se identificaron 16 mecanismos subyacentes que se referían a las diferentes formas de interacción entre las personas con la naturaleza y cómo afecta su confort. Por ejemplo, demostraron que puede haber interacciones negativas por medio de mecanismos irritativos o destructivos, así como interacciones positivas por medio de mecanismos creativos o formativos. De esa forma, se muestra la manera en la cual el bienestar está vinculado a los aspectos intangibles de la naturaleza.
De acuerdo con el documento, al cual la agencia tuvo acceso, los efectos negativos al bienestar humano se dieron después de la degradación o pérdida de los CES y de los perjuicios del ecosistema. En otro sentido, las contribuciones positivas de los CES se observaron en la salud física y mental por medio de la recreación, turismo y valor estético.
El coautor Alexander Gasparatos, profesor asociado del Instituto para Iniciativas Futuras (IFI) de la Universidad de Tokio, comentó que las vías y mecanismos interactúan fuertemente. Por ello, aseguró que puede crear sinergias positivas, las cuales se pueden aprovechar para proporcionar beneficios para el confort humano.
Sin embargo, los investigadores reconocieron que todavía pueden existir más vínculos no identificados, pues la revisión mostró lagunas en la investigación actual. De acuerdo con Gasparatos, las vías y mecanismos faltantes pueden estar en las comunidades dependientes de los ecosistemas, tales como las comunidades indígenas.
Asimismo, destacaron que un vacío en la literatura actual es que se centra en el bienestar de los individuos en lugar del bienestar colectivo, según explicó Huynh. En ese sentido, la brecha dificulta la capacidad de los investigadores para identificar las posibles sinergias y compensaciones en la investigación y práctica de gestión de ecosistemas.
Los investigadores recibieron una subvención para explorar los efectos de la provisión de CES para el bienestar humano en las urbes de Tokio. De esa manera, se podrá tener un seguimiento lógico para probar si las vías y mecanismos identificados se desarrollan en la realidad y tienen relación con el confort humano.
A lo largo de los años se han explorado las conexiones entre la naturaleza y el bienestar humano, sin embargo, se han utilizado diferentes metodologías. Dicha fragmentación, dificulta identificar patrones generales sobre las contribuciones intangibles que benefician al ser humano.