Los líderes del Partido de la Revolución Democrática (PRD) en Puebla parecen vivir en un mundo alterno donde el Sol Azteca es un instituto político fuerte y con arrastre, algo que evidentemente en la realidad no sucede, pues se puede considerar a este partido como un “muerto viviente”.
El miércoles, el presidente estatal del PRD, Carlos Martínez Amador, se dio el lujo de desdeñar la alianza con el PRI y el PAN para 2024, afirmando que el Sol Azteca cuenta con perfiles propios para encabezar candidaturas en solitario en el próximo proceso electoral.