La falta de lluvia en las últimas semanas ha provocado que el nivel de las presas comience a bajar rápidamente en Puebla y otros estados del centro y norte del país, por lo que actualmente el almacenamiento de las presas está a menos del 30 por ciento.
En una revisión hecha por Imagen Poblana al Monitoreo de Presas del Sistema Nacional de Información del Agua (SINA), se puede ver que cuatro de las cinco presas que hay en Puebla están a un cuarto de su capacidad.
En conjunto, las cinco presas permiten el almacenamiento de 384.59 hectómetros cúbicos de agua, pero actualmente solo hay 112.86 hectómetros cúbicos, lo que significa que el total del agua es apenas del 29.35 por ciento respecto a su nivel óptimo.
Valsequillo
Una de las presas que más preocupa, por su tamaño y por su ubicación, es sin duda la presa Manuel Ávila Camacho, mejor conocida como Valsequillo, la cual tiene la capacidad más alta que es de 300.65 hectómetros cúbicos.
El último reporte del SINA actualizado al 25 de julio dice que el nivel del agua en esta presa es de 78.45 hectómetros cúbicos, lo que representa apenas el 26.09 por ciento de su capacidad.
Según el registro oficial, la capacidad almacenada más alta en este año se registró hace poco más de un mes, del 16 al 19 de junio, cuando la presa llegó a 217 hectómetros cúbicos, que era el 72.18 por ciento de su capacidad total.
Otras presas
La presa de Necaxa, en el municipio de Juan Galindo, tiene una capacidad de 29.06 hectómetros cúbicos y si capacidad actual es de 8.75, es decir, 30.11 por ciento de su capacidad total y su nivel más alto fue el 2 de mayo pasado, cuando alcanzó los 14 hectómetros cúbicos.
La presa de Tenango, en Huauchinango, actualmente está al 26.09 por ciento de su capacidad, pues puede almacenar 28.48 hectómetros cúbicos y actualmente solo tiene 7.43; el 30 de junio alcanzó el nivel más alto con 19.5 hectómetros cúbicos.
La presa de La Soledad, en el municipio de Tlatlauquitepec, es una de las más intermitentes, pues actualmente está al 47.34 por ciento de su capacidad, pero esto representa apenas 6.58 hectómetros cúbicos, pues su capacidad es de 13.9 hectómetros cúbicos.
La presa más pequeña en Puebla es Nexapa, en el municipio de Tlaola, que tiene una capacidad de 12.5 hectómetros cúbicos y hasta ayer tenía 11.66, es decir, el 93.28 por ciento de su capacidad total, el más alto en porcentaje en comparación con el resto de las presas.
¿En qué repercute el nivel de las presas?
A diferencia de como ocurre en otros estados donde no hay mantos acuíferos en abundancia, en Puebla las presas no se usan para la captación de agua potable que tenga como destino el consumo humano.
Aunque se ha intentado limpiar el agua que llega a las presas y la que ahí se almacena, como ocurre en Valsequillo, lo cierto es que este líquido tiene una función completamente agrícola, pues acabará en campos de cultivo de varios municipios.
En el caso de Valsequillo, por ejemplo, hay un dren que recorre varios municipios llevando agua desde la presa, y que es usado para que los ejidatarios puedan tomar el agua para las parcelas.
Lo cierto es que la contaminación del agua también repercute en esta actividad y por eso en algunas épocas también se restringe su uso agrícola, por lo que su uso para consumo humano sería completamente imposible con las condiciones actuales.
No obstante, la lluvia también repercute en el agua potable en Puebla, pero no por el nivel de las presas, sino por la filtración a los mantos acuíferos y pozos de los que se extrae toda el agua para consumo humano, en la capital e interior del estado.
Si bien en la actualidad hay localidades o colonias sin agua potable, la mayoría de estos casos es por falta de infraestructura y adeudos en el pago de luz para la extracción de agua con una bomba.
