El Partido de la Revolución Democrática (PRD) es un instituto político que está en vías de una necesaria extinción, al colocarse como uno de los más inservibles para la sociedad, situación que se deja ver mucho en Puebla.
Los resultados electorales que se presentaron en 2021 dejaron ver que el PRD ya no atrae al electorado, al grado que quedó en la antesala de la desaparición en el estado, situación que en 2024 podría terminar por cristalizarse.
Sin embargo, esta crisis que vive el PRD poblano parece que no es evidente ante los ojos de los supuestos “líderes”, que han comenzado una lucha de egos que tiene a los pocos militantes perredistas divididos en tribus, algo que los llevará a perder el registro.
☀????El @prd_puebla por fin dio señales de vida, lamentablemente, no por las razones adecuadas #Entérate ????https://t.co/ufd9Njptge
— Imagen Poblana (@ImagenPoblana) July 12, 2022
Esto se dejó ver recientemente con las ruedas de prensa protagonizadas por Vladimir y Roxana Luna Porquillo, que parecen decididos a usar lo que queda del partido para beneficio propio y lograr algún espacio para las elecciones de 2024, donde buscarán el cobijo del PAN.
El clan de los Luna Porquillo siempre se ha ganado las críticas de la casi inexistente militancia perredista, pues acusan que solo ven al PRD como un escalón para sus intereses personales.
Sin embargo, esto no puede ser detenido por el presidente estatal del PRD, Carlos Martínez Amador, quien no cuenta ni con el respeto ni con el respaldo de la militancia y solo se dedica a pedir por la unidad de un partido que está más dividido que nunca.
El PRD se fortalece con trabajo y unidad, dice dirigente https://t.co/ihlKbv4BHY
— Imagen Poblana (@ImagenPoblana) July 3, 2022
Lo dicho por Martínez Amador se queda como un mero llamado a misa que todos ignoran, pues no cuenta con una imagen de un líder en toda la extensión de la palabra.
De esta manera, el PRD da pasos agigantados para su extinción, algo que sería buena noticia para los poblanos, que consideran que el Sol Azteca ya no tiene razón de ser.