"Ventanas ciudadanas", proyecto que nunca acabó de despegar

"Ventanas ciudadanas", proyecto que nunca acabó de despegar

Foto: Enfoque

El programa de las "ventanas ciudadanas", que contemplaba toda una red de videovigilancia en las colonias y unidades habitacionales con la mayor incidencia delictiva en la ciudad de Puebla, hoy está prácticamente muerto tras cuatro años de aferrarse a sobrevivir.

 

En su diseño sonaba como un proyecto ambicioso que empezó con 500 cámaras en 120 puntos de la ciudad durante el gobierno de Luis Banck Serrato, pero con Claudia Rivera llegaron a ser 1792 en 448 lugares.

 

El programa enfrentó problemas desde su origen, pues entre otras cosas, no se logró la licitación para dotar de internet a las cámaras, por lo que la mayoría no estaba conectada a la red y menos al centro de comando del C5.

 

Con la llegada de Eduardo Rivera al gobierno municipal, el programa no fue desestimado y no se descartó su rescate, pero esto finalmente no ocurrirá, pues la mayoría de las estructuras pasarán a ser un bien mostrenco en las calles de Puebla.

 

Apenas la semana pasada se informó que el Ayuntamiento solamente recuperará 50 de las 485 cámaras que aún existían, las cuales estarán en las zonas con la mayor incidencia delictiva, aunque aún no se definen los puntos.

 

Es caro repararlas y mantenerlas

 

En su momento, el secretario de Administración Municipal, Bernardo Arrubarrena, informó que es caro reparar la totalidad de las cámaras y también es inviable reinstalar y mantener el número de equipos que se tenía anteriormente.

 

Las 50 unidades que quedarán tampoco formarán parte de la estrategia de la Secretaría de Seguridad Ciudadana, pues se acoplará más a los programas de atención ciudadana y comités vecinales, como un programa de vinculación y proximidad social.

 

Las estructuras son chatarra

 

Aunque en febrero de este año el Ayuntamiento retiró las cámaras que aún quedaban en algunas de las estructuras tubulares que se instalaron, lo cierto es que muchas de estas ya habían sido vandalizadas y estaban incompletas.

 

La mayoría de estas torres tenían de tres a cuatro dispositivos para brindar una visión periférica, pero la mayoría fueron vandalizados o arrancados, por lo que la estructura ya era solamente chatarra de un programa que nunca pudo arrancar.

 

Y es que a pesar de que hubo un aumento en el número de cámaras, la red de videovigilancia nunca estuvo completa por factores como la falta de internet, por lo que en realidad Puebla nunca pudo disfrutar de este servicio.

Notas Relacionadas