Tatuajes, arte en la piel cada vez menos estigmatizado

Tatuajes, arte en la piel cada vez menos estigmatizado

Foto: Pixabay y Maribel Morillón

Hace tres años Elizabeth decidió hacerse su primer tatuaje y desde entonces ya suma cuatro; uno en el antebrazo; en la pierna; en la espalda baja y otro en el abdomen. Para ella, la sociedad se ha vuelto más tolerante a ellos, aunque siguen existiendo estigmas.

 

Cada 17 de julio se conmemora el Día Internacional del Tatuaje, siendo una fecha que sirve para visibilizar una de las artes más antiguas del mundo que continúa practicándose pese a los señalamientos negativos que la rodean.

 

De ser considerado un símbolo de rango militar, estrato social y hasta un linaje, el tatuaje se fue devaluando hasta una época en la que se asoció con la mafia, la delincuencia o las clases sociales marginadas.

 

Su evolución también ha pasado por mucho, desde su origen y hasta la época actual, teniendo una etapa de figuras o íconos asociados a una profesión, pero que hoy en día es cada vez más diverso y puede tener varias referencias según cada persona.

 

Las mujeres sufren más estigmas

 

Para Elizabeth los tatuajes no le han traído complicaciones laborales como ocurría hace unos años, pues la Comisión Nacional para Prevenir y Erradicar la Discriminación (Conapred) califica como un acto discriminatorio no contratar a personas por tenerlos.

 

Sin embargo, personalmente sí ha recibido comentarios por parte de sus familiares, que le han dicho que no son femeninos, esto a pesar de que tres de sus tatuajes son flores y uno es un colibrí.

 

"Trabajo en una oficina de gobierno, no tengo ningún problema ahí, la verdad ya hay más apertura en ese aspecto, pero al principio nunca falta la tía que te dice que por qué ando toda pintarrajeada, que los tatuajes no son para niñas, que si soy carcelera y algunos de esos comentarios", explicó a Imagen Poblana.

 

Por otro lado, señaló que su familia se ha ido acostumbrando a verla con ese tipo de figuras en la piel y más ahora que otros de sus primos también se han tatuado, por lo que empieza a normalizarse en el ámbito familiar.

 

Elizabeth explicó que hasta ahora no ha tenido que donar sangre, pero desde antes revisó las limitaciones que provocaría el someterse a este procedimiento estético y donar sangre no es una de ellas, pues puede hacerlo sin ningún problema.

 

¿Es adictivo?

 

Otro de los mitos en torno a los tatuajes es que después de hacerse el primero la gente se vuelve adicta a hacerse otro, a lo que nuestra entrevistada no considera que eso suceda, pero sí se pierde el miedo a la aguja.

 

"No creo que sea una adicción, pero creo que después de hacerte el primero es como perder el miedo, porque ya sabes qué tanto lo toleras y entonces es más fácil hacerte un segundo o un tercero, es como aventarte de un paracaídas, solo cuesta la primera vez", explica.

 

En su caso, tardó seis meses para tomar la decisión de hacerse su primer tatuaje, pero del primero al segundo dejó pasar un año, para el tercero pasaron tres meses y otros tres para el cuarto.

 

"No me los hice antes porque son caros, pero sí es más por el miedo a la aguja, además ya después te das cuenta si eres tolerante al proceso de colorearlos o no y pues si le agarras el gusto entonces ya solo es cuestión de que ahorres para poder pagártelos", señala.

 

Elizabeth reveló que ha invertido cerca de 20,000 pesos en este tipo de arte, pues todas sus obras tienen colores y se hicieron en varias sesiones, además no descarta hacerse otro en un futuro cercano.

 

¿Significan algo para ti?

 

Los tatuajes en sus orígenes tenían un significado, representaban algo e incluso no estaban permitidos para cualquiera, según cada cultura, pero en la actualidad esto puede variar.

 

"Para mí no tienen un significado especial, digamos que la mayor referencia de las flores es porque a mí mamá le gustan mucho y las rosas son algo especial para ella, pero al menos de mi parte no hay algún significado, definitivamente no me habría puesto un nombre", expuso.

 

Elizabeth tiene tatuadas tres flores: una rosa, una margarita y un alcatraz, además en la espalda baja tiene un colibrí que está succionando el néctar de otra flor, pero su elección por estás figuras fue más por su estética que por alguna representación especial.

 

Explicó que si tuviera que darle un significado más a algún tatuaje, serían las iniciales de sus padres, pero es una idea que aún no la termina de convencer y por ahora, su quinta obra sería una enredadera en la cintura.

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