Denunciar “tuits de odio”, una pérdida total de tiempo

Denunciar “tuits de odio”, una pérdida total de tiempo

Foto: Unsplash

Twitter es una red social que nació supuestamente con el objetivo de dar una ventana de libre expresión a la sociedad, que mediante mensajes cortos podían compartir desde su día a día hasta información de interés general.

 

Con el paso de los años, pasó de ser una plataforma de divulgación y debate a una ventana de insultos, amenazas y denostaciones que supuestamente debe evitar esta red social, algo que nunca se logra.

 

Y es que el denunciar los llamados “tuits de odio”, esos que incitan a la violencia y agreden a personas o grupos sociales, se ha convertido en una tarea engorrosa que por lo regular no tiene una solución favorable para quien señala este tipo de publicaciones.

 

De acuerdo a las políticas de Twitter, no se permite fomentar la violencia contra otras personas ni atacarlas o amenazarlas directamente por motivo de su raza, origen étnico, nacionalidad, pertenencia a una casta, orientación sexual, género, identidad de género, afiliación religiosa, edad, discapacidad o enfermedad grave.

 

De la misma manera, esta red social señala que no están autorizadas las cuentas cuyo objetivo principal sea propiciar agresiones contra otras personas en función de las categorías antes mencionadas.

 

Todo esto se ha quedado en palabras, pues son miles las cuentas que se han creado con el objetivo de atacar, insultar y agredir verbalmente a otros usuarios, siendo muchas de estas los bots que evitaron la compra de esta plataforma por parte de Elon Musk.

 

Cuando se detecta un “tuit de odio”, el usuario puede reportar la publicación y supuestamente Twitter comienza una investigación, pero por lo regular la persona que cometió la falta no recibe ninguna sanción de peso, salvo algunos días con la cuenta suspendida.

 

Por este motivo, muchos internautas han tomado la decisión de mejor no denunciar y recurrir al bloqueo de cuentas nocivas, que hoy en día suman miles en este ciberespacio.

 

De esta manera, Twitter está faltando a uno de sus principios mayores de no permitir mensajes agresivos o que discriminen a otras personas, lavándose las manos con investigaciones que no tienen resultados y ayudando a que esta red social se convierta en una auténtica cantina virtual.

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