COVID-19, de causar pavor a percibirse como simple gripa

COVID-19, de causar pavor a percibirse como simple gripa

Foto: Pixabay y Enfoque

Las vacunas contra el COVID-19 no han logrado erradicar el virus por lo que, al igual que la gripa o la influenza, se convertirá en un problema estacional, aunque entre los beneficios de la aplicación del biológico está que se reduce el riesgo de mortalidad de la enfermedad.

 

En marzo del 2020 Puebla reportó los primeros casos de coronavirus y a principios de abril de ese mismo año comenzaron a verse las primeras muertes, principalmente en personas con alguna comorbilidad.

 

Según la Organización Mundial de la Salud, entre los síntomas principales que presentó el SARS-CoV-2 al principio de la pandemia estuvieron las fallas respiratorias, por lo que muchas personas necesitaban un respirador artificial para poder sobrevivir a la infección.

 

 Los ventiladores mecánicos se convirtieron en una de las principales herramientas para combatir la pandemia en los hospitales, así como los tanques de oxígeno para suplir la insuficiencia respiratoria de los pacientes, dentro y fuera de los nosocomios.

 

Con la llegada de las vacunas el año pasado poco a poco comenzó a disminuir el número de hospitalizaciones, de modo que en la actualidad son menos quienes acuden a una clínica y tienen que quedarse internados tras dar positivo a COVID-19.

 

David Flores se contagió con esta enfermedad apenas hace un mes, y junto con tres de sus familiares tuvo que enfrentar los malestares, aunque afortunadamente todos contaban con su cuadro de inmunización completo.

 

En entrevista con Imagen Poblana, David mencionó que comenzó a sentir dolor de cabeza, posteriormente tuvo mucha tos y ardor en la garganta, por lo que decidió ir con el médico quien le practicó una prueba rápida de antígenos y confirmó que tenía COVID-19.

 

Su tratamiento fue similar al de una infección en la garganta común, con antibiótico, pastillas para el dolor de cabeza y analgésicos para evitar un dolor corporal agudo; y en su caso, debido a que la saturación no bajó, no fue necesario usar anticoagulantes.

 

Apenas tres días después los familiares con los que comparte hogar empezaron a mostrar los mismos síntomas, y tras una valoración médica se confirmó que ya estaban contagiados, por lo que el tratamiento fue idéntico para los cuatro.

 

 

El médico les pidió guardar reposo y aislarse por al menos siete días antes de volver a practicarse una nueva prueba y en caso de dar negativo, ya podrían reintegrarse a su vida normal, situación que ocurrió ocho días después.

 

Entre los medicamentos que adquirió David para él y su familia invirtió cerca de 2,000 pesos, ya que no cuenta con seguro médico en su trabajo, pero considera que fue aceptable tomando en cuenta que al principio de la pandemia no había medicina suficiente que te garantizara la vida.

 

Nuestro entrevistado explica que quizá la menor letalidad que tiene la enfermedad, cuando estás vacunado, es lo que ha provocado que muchas personas le pierdan el miedo y terminen por desestimar recomendaciones como el uso de cubrebocas o no asistir a lugares altamente concurridos.

 

Explica que su contagio pudo haberse dado en su trabajo, ya que asiste a centros comerciales como promotor de ventas y en muchos de estos lugares hay clientes que andan por la tienda ya sin el uso del cubrebocas.

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