El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, abordó varios temas durante su reunión con Joe Biden en la Casa Blanca: le recordó los agravios cometidos en Estados Unidos contra la comunidad migrante mexicana, la crisis económica provocada por la crisis en Ucrania y la necesidad de estrechar la cooperación económica ante el avance de China.
En medio de la crisis de los energéticos desatada por el conflicto en Europa del Este, el Gobierno de México se comprometió a aumentar sus exportaciones a Estados Unidos para comenzar a reducir las presiones inflacionarias, sobre todo los altos precios de la gasolina que están pagando los ciudadanos estadounidenses.
"Mucha de esta gasolina la estamos produciendo en la refinería de Pemex que usted nos permitió comprar en Deer Park, Texas. Ponemos a disposición de su Gobierno más de 1.000 kilómetros de gasoductos a lo largo de la frontera sur con México para transportar gas de Texas a Nuevo México, Arizona y California por un volumen capaz de generar hasta 750 megawatts de energía eléctrica y abastecer a 3 millones de personas aproximadamente", comentó López Obrador.