Derecho a la educación, sempiterna excusa de los no aceptados en la BUAP

Derecho a la educación, sempiterna excusa de los no aceptados en la BUAP

Foto: Enfoque

Cuando los aspirantes inician el proceso de Admisión a la BUAP, lo hacen sabiendo que están en una competencia con otras 70,000 personas de las cuales, más de la mitad se quedará sin un lugar en la institución, que con un solo examen de admisión busca mantener la calidad de sus estudiantes.

 

El problema de cada año viene cuando se publican las listas de aceptados, pues surgen los mismos grupos que apelan a que la educación es un derecho que se le debe de garantizar incluso a aquellos que aceptaron competir, pero perdieron.

 

Desde hace 10 años existe el Frente Estudiantil Educación para Todos (FEET), un grupo que irónicamente fue fundado por alumnos de la BUAP de facultades como Economía y Derecho, para pelear por los supuestos derechos de los aspirantes que no alcanzaron un lugar.

 

La FEET ha recurrido a múltiples tácticas para presionar a las autoridades de la máxima casa de estudios y de los gobiernos tanto municipal como estatal, para que acepten a todos los que presentan el examen.

 

Este año no ha sido la excepción y este lunes la FEET llevó a cabo un mitin en el zócalo, convocando a aquellos que no lograron ingresar a la BUAP para que acudan a sus reuniones informativas y movilizaciones.

 

El sistema funciona hasta que no te favorece

 

Como ya se dijo, todos los aspirantes conocen las reglas del juego, por lo que saben que compiten con gente interesada en la misma carrera y que los puntajes más altos son los que conseguirán un lugar.

 

Es muy común ver que después de la publicación de los resultados de la BUAP, algunos usuarios en redes sociales califican el proceso como injusto, porque personas con más de 800 puntos quedan fuera tras intentar entrar a Medicina, mientras que otros con más de 700 si entran a licenciaturas como Criminología.

 

Y es que el sistema de la BUAP busca especialidad y calidad, por lo que aquellos alumnos que buscaban ingresar a Medicina pero que su puntaje no fue tan alto, no podrían entrar a otra carrera que no sea afín porque su interés y vocación es la de un médico.

 

Si bien cada año son menos los que patalean por no haber entrado a la máxima casa de estudios, lo cierto es que el sistema de ingreso a la BUAP funciona, y cada vez que se puede la institución ha incrementado la matrícula, incluso, implementó un periodo de ingreso en primavera.

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