En Puebla, el Partido de la Revolución Democrática (PRD) es un ente prácticamente inexistente que solo busca los restos de instituciones grandes para poder mantenerse con vida, algo que suena muy complicado para sus metas en 2024.
Tras las elecciones del año pasado, quedó demostrado que ni una alianza con el PRI y con el PAN salvará al Sol Azteca de perder su registro en Puebla, pues los niveles de votación alcanzados fueron raquíticos y preocupantes para los perredistas.
Con una dirigencia estatal dando topes, el PRD permanece normalmente en silencio, pero increíblemente este fin de semana dio señales de vida al anunciar una denuncia contra los funcionarios estatales que se han destapado para la gubernatura.
Vladimir Luna Porquillo, secretario general del PRD, informó que denunciaron ante el Instituto Nacional Electoral (INE) por actos anticipados a Olivia Salomón, secretaria de Economía; Gabriel Biestro, secretario del Trabajo, y a Melitón Lozano, secretario de Educación Pública, así como al gobernador Miguel Barbosa por alentar estos destapes.
Si bien es cierto que el PRD está en su derecho de hacer esta denuncia, resulta criticable que solo se sepa de este partido por situaciones escandalosas y no por emprender una renovación necesaria para no desaparecer.
Todo indica que el Sol Azteca en Puebla parece cegado o no quiere ver la crisis que viven internamente, que hace a esta institución candidata a perder su registro en próximas elecciones.
El PRD se fortalece con trabajo y unidad, dice dirigente https://t.co/ihlKbv4BHY
— Imagen Poblana (@ImagenPoblana) July 3, 2022
Lo peor de este asunto es que pese a la mala situación del PRD en Puebla, la hermana del secretario general, Roxana Luna Porquillo, está más interesada en obtener la candidatura a la gubernatura que en unir a su propia militancia.
Las señales de vida que dio el PRD este fin de semana se deben tomar con muchas reservas, pues más que entusiasmar a los pocos militantes que quedan, deben generar preocupación por lo que viene para este partido.